Todas las personas manejan un cierto grado de estrés a diario, asegura la Organización Mundial de la Salud, OMS. Esto se debe a que es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones desafiantes, pero cuando se vuelve crónico puede afectar negativamente la salud física y mental.
La OMS define el estrés como un estado de preocupación o tensión mental, generado por una situación difícil. Sin embargo, es la forma en que reaccionamos al estrés lo que determina el modo en que afecta a nuestra salud.
Según la American Cancer Society, cuando se enfrenta una situación estresante, el pulso se acelera, se respira más rápido, los músculos se tensan, el cerebro usa más oxígeno y aumenta su actividad. Si la respuesta al estrés dura demasiado tiempo, puede perjudicar su salud.
Es por esta razón que, aprender a manejar el estrés es vital para poder tener una mejor calidad de vida.
1. Crear una lista de pendientes
De acuerdo con distintos estudios, se obtiene un desempeño 15 % más alto de lo habitual, cuando se crean metas concretas para el día, lo que aporta significativamente a reducir el estrés.
Determinar qué tareas se deben hacer lo más pronto posible, y cuáles pueden esperar, marcará la diferencia. Así mismo, es necesario aprender a decir no, —cuando se requiera— para de esta manera aligerar el trabajo.
2. Pedir ayuda
Pedir ayuda es de valientes. Cuando requerimos de ayuda, es más lo que podremos ganar a lo que se podría perder. El acto de ayudar enriquecedor y dejarnos ayudar es aún más satisfactorio, asegura Psnorie.
Saber pedir ayuda cuando es oportuno, disminuirá el estrés en gran manera, ya que, de este modo, se reparten las tareas del día y se aliviana la carga.
Así mismo, es importante mantener contacto con las personas que pueden proporcionar apoyo emocional y de otra índole, según lo índica la American Cancer Society.
3. Hacer alguna una actividad divertida y relajante
Realizar alguna actividad relajante —mínimo por una vez al día— como leer un buen libro, escuchar música, practicar algún deporte, ver una película o salir a cenar con amigos, puede contribuir a disminuir el estrés y aumentar el ánimo.
De acuerdo con Medline Plus, al hacer ejercicio, el cerebro libera químicos que mejoran el estado de ánimo. Ya sea caminar, montar en bicicleta, jugar softball, nadar o bailar —por al menos 30 minutos la mayoría de los días— es beneficioso para la salud, pues libera la energía reprimida.
4. Pensar positivo
Evitar pensar en los problemas es el primer paso para disminuir el estrés. De ahí, la importancia de enfocarse en los logros y no en los fracasos. Desarrollar una actitud positiva ante los desafíos, modificando los pensamientos negativos a positivos, sin duda mejorará el estado de ánimo.
En lugar de pensar “¿por qué siempre todo sale mal?”, cambiar a “puedo encontrar una manera de superar esto”. Este sencillo acto contribuirá a mejorar la salud física y mental.
5. Dormir las horas suficientes
No tener un descanso adecuado puede desencadenar graves inconvenientes para la salud, como ansiedad, depresión y falta de energía, lo que impide llevar las tareas del día adecuadamente. El desvelo altera la correcta función del organismo, reduce la esperanza de vida, y deteriora el estado físico de las personas.
Expertos aseguran que dormir las 7 y 8 horas recomendables, es beneficioso para la mejora de la calidad de vida. A esto se añade que tomar una siesta a las 11 de la mañana ayuda a la persona a ser más eficiente. Las personas que realizan este descanso, habitualmente cuentan con más energía, mejor concentración y se les facilita la realización de sus actividades cotidianas.
En caso de que el estrés sea muy alto y la persona busque el consumo de drogas o alcohol, e incluso se tengan pensamientos suicidas, lo aconsejable es consultar a un profesional de la salud.