De acuerdo con la American Cancer Society, en los Estados Unidos por lo menos una de cada tres personas tienen cáncer, por lo que concluye que en el círculo más cercano de cada ciudadano, por lo menos hay un conocido que sufre esta enfermedad.
Tal y como lo explica, el cuerpo tiene billones de células que en su proceso de crecimiento se reproducen. El cáncer aparece cuando estas lo hacen de una manera irregular, que al ser detectadas a tiempo pueden ser erradicadas, mientras que en algunos otros casos, cobra la vida de quien padece la afección.
¿Cuántos tipos de cáncer existen?
La organización de salud señala dos tipos de cáncer: los que se originan en los glóbulos de la sangre, conocida como leucemia; o los cánceres de tumor sólido, que inician en un tejido u órgano, por lo que la Organización Mundial para la Salud (OMS) explica que los más comunes son el de pulmón, colorrectal, mama, y próstata.
Muchos son los causantes de cáncer, entre ellos, el factor genético que son las llamadas mutaciones. No obstante, los malos hábitos también se relacionan con el desarrollo de cáncer.
Los factores que causan cáncer
Estas son algunas causas del por qué la aparición del cáncer, entre las que se encuentran:
1. El consumo de sal refinada: si bien es cierto que el alto consumo de sal es perjudicial para la salud porque afecta la presión arterial, la sal refinada tiende a desarrollar mayor riesgo por el desequilibrio que provoca entre el potasio y el sodio.
“La mayoría de las personas consumen demasiada sal, de 9 a 12 gramos por día en promedio, es decir, dos veces la ingesta máxima recomendada”, asegura la OMS.
2. Consumo de tabaco: este hábito más que reducirlo, la entidad internacional aconseja erradicarlo o evitarlo porque sus compuestos son perjudiciales para el cuerpo, no solo porque sea un factor causante de cáncer de pulmón sino lo tóxico para el organismo.
3. Inactividad física: el sedentarismo conlleva a la obesidad y al sobrepeso. Lo anterior se relaciona con la ingesta excesiva de alimentos, ya que en su mayoría de veces son productos no sanos como las grasas trans o saturadas las que se consumen, mismas que participan en el colesterol alto, que es una afección donde los lípidos se depositan en las arterias impidiendo el paso de la sangre ocasionando cardiopatías o ACV. Por esto, hacer ejercicio es de tal importancia para combatirlo.
4. Infecciones crónicas: por ejemplo, la bacteria Helicobacter pylori es aquella que infecta el estómago, señala la Clínica Mayo, que puede incidir en la aparición de cáncer. Asimismo, la hepatitis B y C están relacionadas.
5. El medio ambiente: la exposición a cualquier tipo de sustancias o toxinas que se encuentren en el hogar y/o en el trabajo pueden tener altos componentes cancerígenos. Asimismo, quienes no son fumadores directos pero sí pasivos elevan sus probabilidades de desarrollar cáncer.
La hepatitis B y C su relación con el cáncer
La hepatitis B es una enfermedad hepática que se produce por la infección del virus hepatitis B que afecta las actividades principales del hígado.
Una persona se puede infectar luego de haberse sometido a transfusiones de sangre, por ejemplo, ya que se puede transmitir por medio de agujas, o a través, de relaciones sexuales sin protección.
La Clínica Mayo explica que la hepatitis C es una infección en la cual el hígado se inflama. El tratamiento para contrarrestar este virus es el consumo de medicamentos orales que deben ser prescritos por médicos. Los síntomas que más se destacan en esta afección es la comezón, la fatiga, la orina, entre otros.