La piel es el órgano externo más grande del cuerpo humano y su principal función es protegerlo de factores externos, por ejemplo: bacterias, químicos y los cambios de temperatura, según describe la enciclopedia médica MedlinePlus.
En vista de que la piel se expone constantemente a agentes externos, principalmente en el área del rostro, es normal que a medida que avanza el tiempo sufra ciertos cambios. A esto se suma el envejecimiento natural, el cual deriva en la aparición de arrugas, manchas y resequedad. De igual modo, el envejecimiento también provoca que la piel se torne más delgada y pierda grasa, volviéndola menos suave y lisa.
Con el objetivo de rejuvenecer la piel y remediar los daños causados, entre otros, por los rayos del Sol, las personas acuden a todo tipo de tratamientos, pasando por cremas y lociones comerciales hasta los populares remedios caseros.
Antes de profundizar en las alternativas naturales, es pertinente mencionar que este tipo de remedios no cuentan con respaldo científico, por lo que su efectividad no está garantizada en un 100 %. Dicho esto, antes de acudir a cualquier tratamiento, lo más recomendable es consultar con un médico de confianza.
La revista Grazia reseña cinco remedios naturales que contribuyen con el cuidado de la piel, específicamente mediante el cierre de los poros:
Bicarbonato de sodio
El citado portal sugiere mezclar dos cucharadas de bicarbonato de sodio en un vaso de agua tibia, hasta obtener una sustancia homogénea. Luego, esta se aplica en el cutis, realizando un ligero masaje en círculos.
Hay que dejar actuar la mascarilla durante 20 minutos y luego retirarla con agua tibia.
Miel
Se trata de un ingrediente común en la medicina alternativa. Además de sus beneficios para el organismo, sus propiedades también son aprovechadas en el ámbito cosmético.
Para cerrar los poros, basta con mezclar una cucharada de avena con dos de miel hasta formar una pasta homogénea. El tratamiento consiste en aplicarla como mascarilla sobre piel durante 15 minutos tres veces por semana.
Hielo
El tratamiento con frío ayuda a cerrar los poros al mismo tiempo que hidrata la piel del rostro. La revista Grazia sugiere envolver hielo en una toalla y realizar movimientos circulares en toda la cara.
Es importante no dejar el hielo en un solo lugar, pues puede irritar o quemar la piel.
Yogurt
Además de sus beneficios en la alimentación, al yogurt también se le atribuyen propiedades que contribuyen a mejorar la salud de la piel. Puntualmente, la fuente consultada se refiere a su contenido de ácido láctico y probióticos.
Lo único que se debe hacer es aplicar directamente el yogurt, como si fuera una mascarilla, en el rostro. De esta manera, ayuda a controlar el acné y cerrar lo poros.
Claras de huevo
Las claras de huevo destacan por su alto contenido en aminoácidos y son empleadas en numerosos remedios caseros para rejuvenecer el aspecto de la piel. Adicionalmente, se les atribuye el poder para limpiar el cutis.
El tratamiento consiste en batir la clara del huevo y aplicarla en la cara. Una vez esté seca, se debe retirar con agua tibia.
Mascarilla casera para rejuvenecer la piel y recuperar colágeno a base de miel y café
La miel, como bien se sabe, es beneficiosa para la piel en la medida que tiene compuestos antioxidantes, antisépticos e hidratantes. Pero su mayor bondad es su propiedad exfoliante, es decir, de ayudar en el proceso de renovación celular de la piel.
El café, utilizado como mascarilla, puede ayudar a unificar el color de la piel y, además, a tonificarla. Lo mejor es que mezclado con miel tiene la capacidad de estimular la producción de colágeno. Incluso, un secreto: hay quienes agregan péptidos de colágeno disueltos en esta bebida.
En cuanto a la maicena, otro de los ingredientes, ayuda a reducir la grasa del cutis, y el aceite de linaza, también necesario para la mascarilla, brinda más elasticidad.
Ingredientes
- Tres cucharadas de café molido, ojalá orgánico.
- Una cucharada de maicena.
- una cucharada de miel.
- una cucharada de aceite de linaza.
Cómo preparar la mascarilla para la piel
- Agregar a las tres cucharadas de café 250 ml de agua recién hervida y dejar reposar de 10 a 15 minutos.
- Agregar el contenido a otro recipiente, junto con la cucharada de maicena. Poner a calentar en la estufa e ir revolviendo, hasta que la mezcla esté espesa.
- Cuando la mezcla esté espesa, apagar y agregar la miel y el aceite de linaza. Revolver.
- Aplicar, ya fría la mezcla, de forma pareja en el rostro y dejarla durante 25 minutos.
- Retirar con agua tibia.