La migraña es un dolor de cabeza que puede causar un dolor pulsátil intenso o una sensación pulsante generalmente de un solo lado, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que los ataques de migraña pueden desencadenarse por cualquiera de las siguientes razones:

  • Cambios en los niveles hormonales durante el ciclo menstrual de las mujeres o con el uso de píldoras anticonceptivas.
  • Cambios en los patrones del sueño, como no dormir lo suficiente.
  • Tomar alcohol.
  • Ejercicio u otro estrés físico.
  • Ruidos fuertes o luces brillantes.
  • Pasar por alto comidas.
  • Olores y perfumes.
  • Fumar o exposición al humo.
  • Estrés y ansiedad.

Por tal razón, El Español reveló que existen frutas para evitar la migraña como:

  1. Aguacate. El aguacate es fuente de ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos insaturados, potasio y vitaminas C, E y B, de acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
  1. Ciruelas rojas. Aportan vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B6), potasio, calcio, fibra, entre otros.
  1. Fresas. Aportan Vitamina C, antocianinas y ácidos orgánicos.
  1. Banano. Aporta fibra, potasio, vitamina B6 e inulina.
  1. Higos: Son ricos en vitaminas y minerales, como el calcio, potasio y vitaminas del complejo B.

Ahora, es importante señalar que las frutas mencionadas no solo ayudarán a evitar las migrañas, sino que también colaborarán en la reducción de peso, ya que restringen las ganas de comer por generar saciedad y aportan fibras lo cual es ideal para una buena digestión.

Respecto al consumo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda cinco porciones de 80 g de fruta al día, pero ese valor es aproximado, ya que la cantidad óptima depende de diversos factores, entre ellos la edad, el sexo, el nivel de actividad física, el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.

De todos modos, lo recomendado es consumir la fruta y no el jugo de la fruta para obtener las propiedades, ya que el especialista Salomón Jakubowicz, médico investigador en endocrinología y autor del libro Ni una dieta más, le dijo al portal Salud 180 que “al extraer el jugo de la fruta se obtiene agua con azúcar, porque las vitaminas y la fibra permanecen en la fruta. Aun sin añadirle, un vaso de jugo natural tiene diez cucharadas de azúcar, al igual que un refresco y ambos contienen fructosa”.

Asimismo, agregó: “Este es el peor de los azúcares, el que más engorda, sube los triglicéridos, ácido úrico y causa diabetes. La fructosa y el alcohol, que también es un azúcar natural, comparten el mismo camino por el hígado, aumentan la grasa del abdomen y causan hígado graso”.

Ahora, las frutas tienen diferentes calificaciones, como, por ejemplo, dulces, ácidas, neutras, entre otras. “Al mezclar las frutas correctamente se pueden maximizar sus beneficios”. Por ejemplo, las frutas ácidas se pueden combinar con las mismas ácidas, neutras o semiácidas y las frutas dulces se pueden mezclar con las mismas dulces, semidulces o neutras”, según el portal SportAdictos.

De otro lado, las frutas deben estar acompañadas de una alimentación saludable que incluya menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.

De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.