La mayoría de los alimentos que se comen se convierten en azúcar y también es llamada glucosa. Es una fuente de energía importante para el cuerpo humano y se transporta a través del torrente sanguíneo a la grasa, los músculos y otras células para almacenarse.

La encargada de realizar ese transporte es la insulina, que es una hormona liberada por el páncreas como una respuesta a la presencia de glucosa en la sangre. En órgano actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre entre correctamente a las células del cuerpo para que estas lo usen.

En el caso de las personas que sufren diabetes, su cuerpo no realiza de manera correcta este transporte, lo que ocasiona en el organismo niveles altos de azúcar en la sangre. Por ello, el azúcar puede ser medida en la sangre y, para quienes padecen enfermedades derivadas del azúcar, es relevante tomarla frecuentemente.

De acuerdo con el Grupo Sanitas de España, lo recomendable es que la glucemia se mida al levantarse y antes del desayuno. Se considera normal si los niveles de glucosa se sitúan entre los 70 y 100 mg/dl en ayunas, y en menos de 140 mg/dl dos horas después de cada comida.

La alimentación es uno de los factores que pueden incidir negativa o positivamente en la regulación del azúcar en sangre. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Para esto se debe llevar una alimentación balanceada, y con respecto a las frutas, se resalta que su consumo es fundamental como parte de una equilibrada, además de que son una de las principales fuentes de micronutrientes, como las vitaminas y los minerales esenciales para el cuerpo.

No obstante, hay que cuidar que sea una ingesta moderada y en porciones adecuadas para evitar, sobre todo en el caso específico de algunas frutas, que favorezcan una subida del azúcar, así lo indican desde el portal de difusión médica Medical News Today.

Al respecto, en un artículo del blog de Roche Diabetes Care, en México, ciertas frutas contienen un alto índice glucémico (o cantidades significativas de azúcar), por lo que se debe regular su consumo, no necesariamente sacarlos de la dieta.

Entre las frutas que tienen esta característica se listan algunas de las más conocidas como la piña, el banano, el mango, la sandía, las uvas y las pasas. En ese sentido, se sugiere que se incluyan en porciones controladas, ajustado también a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la cual indica que al día se deben comer cinco porciones entre verduras y frutas.

“En la medida de lo posible, planifica que cada comida incluya una buena mezcla de almidones, frutas y verduras, proteínas y grasas. Presta atención a los tipos de carbohidratos que eliges”, indican desde el portal Mayo Clinic.

Nutrición y Diabetes | Foto: Montaje SEMANA | Fotos por Getty Images

Cabe decir que en lo relativo a la glucosa en sangre, y en general con la salud, la alimentación no basta, también es fundamental adoptar buenos hábitos de vida, como el ejercicio, la reducción del tabaquismo y el consumo de alcohol.

Igual de importante es asistir a los chequeos médicos correspondientes para cerciorarse de que el azúcar en sangre se encuentre en los niveles adecuados, siendo además los profesionales de la salud los únicos en precisar el correcto tratamiento.

De ninguna manera, este artículo reemplaza las indicaciones entregadas por los especialistas, ni debe ser considerado como una recomendación médica profesional.