El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo, pues se necesita para producir hormonas, vitamina D y sustancias que ayudan a digerir los alimentos, de acuerdo con Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Hay que señalar que existen dos tipos de colesterol: el bueno (HDL) y el malo (LDL), y según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, los niveles altos de colesterol aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y ataques cardíacos y aunque los medicamentos pueden ayudar a mejorar los niveles de colesterol, es recomendable hacer cambios en el estilo de vida para mejorar los valores y por ello la entidad sin ánimo de lucro indicó que se puede iniciar el cambio con estos cinco:

1. Comer alimentos saludables para el corazón:

  • Reducir las grasas saturadas. Las grasas saturadas, que se encuentran principalmente en las carnes rojas y los productos lácteos enteros, aumentan el colesterol total.
  • Eliminar las grasas trans. Las grasas trans, que a veces figuran en las etiquetas de los alimentos como “aceite vegetal parcialmente hidrogenado”, se utilizan a menudo en margarinas y galletas, galletitas saladas y pasteles comprados en tiendas.
  • Comer alimentos ricos en ácidos grasos omega 3. Los ácidos grasos omega 3 no afectan el colesterol LDL, pero tienen otros beneficios para la salud del corazón, entre ellos la disminución de la presión arterial. Los alimentos con ácidos grasos omega 3 incluyen el salmón, la caballa, el arenque, las nueces y las semillas de linaza.
  • Aumentar la fibra soluble. La fibra soluble puede reducir la absorción del colesterol en el torrente sanguíneo. La fibra soluble se encuentra en alimentos tales como avena, fríjoles, coles de Bruselas, manzanas y peras.
  • Añadir proteína de suero de leche. La proteína de suero de leche, que se encuentra en los productos lácteos, puede ser responsable de muchos de los beneficios para la salud atribuidos a los lácteos. En los estudios se demuestra que la proteína de suero de leche administrada como suplemento reduce tanto el colesterol LDL como el colesterol total, así como la presión arterial.

2. Hacer ejercicio: las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.

3. Dejar de fumar:

  • A los 20 minutos de haber dejado de fumar, la presión arterial y la frecuencia cardíaca se recuperan del pico inducido por el cigarrillo.
  • A los tres meses de haber dejado de fumar, la circulación sanguínea y la función pulmonar comienzan a mejorar.
  • Dentro de un año de haber dejado de fumar, el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca es la mitad que el de un fumador.

4. Bajar de peso: alcanzar un peso saludable puede ayudar a controlar el colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre.

5. Beber alcohol con moderación: para los adultos sanos, esto significa hasta una copa por día para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, y hasta dos copas por día para los hombres menores de 65 años.

No obstante, al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria o algún cambio en los hábitos, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir y de hacer el cambio, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades ya nombradas.