La principal función del aparato respiratorio es facilitar el intercambio de oxígeno procedente del medio ambiente, por dióxido de carbono que se origina en las células del cuerpo. Uno de sus principales órganos son los pulmones, determinantes para filtrar las partículas y agentes nocivos que están en el ambiente.
Se trata de órganos muy delicados cuya salud puede verse comprometida por acumulación de toxinas y contaminantes. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que la exposición a la contaminación del aire provoca más de cuatro millones de muertes en el mundo cada año.
Para la Asociación Americana del Pulmón algunas de las estrategias para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades del sistema respiratorio están relacionadas con no fumar, evitar la exposición al humo de segunda mano y a la contaminación del aire, los productos químicos y otros irritantes.
Si bien, según esta institución el cuerpo tiene un sistema de defensa natural diseñado para proteger a los pulmones, éstos se pueden afectar por respirar aire contaminado, humo de cigarrillo y otras toxinas.
Según el National Heart Lung and Blood Institute, los pulmones son el centro del sistema respiratorio, el cual también incluye la tráquea, los músculos de la pared torácica y el diafragma, los vasos sanguíneos y otros tejidos. Todas esas partes posibilitan la respiración y el intercambio de gases.
Para cuidar la salud de este sistema y particularmente de los pulmones, existen diversos productos de origen natural y caseros que pueden ayudar.
Tomillo
Esta es una hierba usada para el alivio de la irritación y congestión de las vías respiratorias. Sus aceites esenciales ejercen un efecto antibiótico, antifúngico y antiinflamatorio que, además de fortalecer el sistema inmune, promueve la limpieza de los pulmones. Tanto el consumo de su infusión como la inhalación de sus vapores pueden servir como remedio para estimular la eliminación de las toxinas retenidas en el sistema.
Regaliz
Esta es una raíz que tiene compuestos antiinflamatorios y analgésicos que ayudan a reducir la inflamación de los conductos respiratorios y la garganta. Así, facilitan el paso del oxígeno hacia las células. De paso, contribuyen a suavizar las membranas mucosas del cuerpo, incluyendo las que recubren los pulmones y la garganta.
Según una publicación del portal Mejor con Salud, los efectos expectorantes y antibacterianos ayudan a eliminar el exceso de flemas, controlando la congestión y las dificultades para respirar. De igual forma, gracias a sus componentes esenciales aumenta la respuesta inmunológica del cuerpo ante la presencia de virus y bacterias. Otra de sus bondades es que contiene flavonoides, unos antioxidantes que inhiben el daño celular para ayudar a prevenir el cáncer de pulmón y enfermedades inflamatorias.
Salvia
Esta planta es un remedio natural contra la irritación de los pulmones, sobre todo en los pacientes fumadores. Sus compuestos antibacterianos y depurativos ayudan a eliminar las sustancias tóxicas que se retienen en sus tejidos. Una de las formas de consumirla es en infusión, la cual brinda alivio a la congestión y a las dificultades respiratorias.
Eucalipto
El aceite esencial que contiene esta planta ayuda a eliminar la mucosidad y alivia la inflamación de garganta. Las personas que recurren a su uso suelen encontrar un alivio rápido de la congestión, la tos y la irritación de los conductos nasales. Su compuesto activo, el cineol, le otorga una acción expectorante y antiinflamatoria que ayuda a tratar afecciones como la bronquitis, el asma y los resfriados comunes, de acuerdo con información publicada en el sitio web Saber Vivir TV.
Gordolobo
Las hojas y las flores de la planta de gordolobo tienen una serie de principios activos que ayudan a fortalecer y purificar los pulmones. Sus extractos naturales promueven la eliminación de las toxinas, a la vez que controlan la producción excesiva de mocos y la inflamación, según lo indica Mejor con Salud.