Con el paso del tiempo, se disminuye la producción de colágeno en el organismo, la proteína encargada de brindar elasticidad y tensión a la piel. Por eso, en diferentes etapas se pueden ir observando pequeños cambios en la piel como las arrugas y manchas.

Pero no todo se debe a cambios propios del organismo, dado que la piel tiende a envejecer incluso más rápido debido a la exposición solar. Así mismo, la falta de cuidados influye en el envejecimiento de este órgano, que el órgano más grande que tiene el ser humano.

El cuidado de la piel ayuda a retrasar el envejecimiento. | Foto: Piel sana gracias al uso de áloe vera

En ese sentido, la organización española AARP dio a conocer una lista de hábitos que aceleran el envejecimiento de la piel, así mismo reseñó cómo se pude proteger este órgano y recuperar su brillo.

Saltar el protector solar

No importa si solo sale a la tienda. Según los dermatólogos, es sumamente aplicar todos los días un protector solar de amplio espectro en el rostro, el cuello, el escote y las manos (todas las áreas descubiertas de la piel).

La mayor parte del daño de la luz solar que una persona sufre en la vida ocurre durante las actividades. “Se recomienda usar protectores solares con ingredientes minerales que contengan óxido de zinc o dióxido de titanio para bloquear el sol y no los que contienen sustancias químicas que pueden irritar la piel. Si los períodos de exposición son prologados hay que aplicarlo cada dos horas”, reseña AARP.

Fumar

El consumo de alcohol y tabaco no son buenos para la piel. Las bebidas alcohólicas deshidratan la piel, provocando que esté más expuesta a posibles agresiones externas, mientras que el consumo de tabaco conlleva a un envejecimiento prematuro, toda vez que disminuye el aporte sanguíneo a las células de la piel. “Ambos hábitos son desaconsejados, en general, y también para las personas que quieren tener una piel sana”, asegura Javier Pedraz, dermatólogo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid al portal CuídatePlus

Fumar es uno de los hábitos nocivos para la salud. | Foto: Copyright Dazeley | Getty Images

Fumar también retrasa la capacidad del organismo para curarse a sí mismo y aumenta la posibilidad de contraer una infección en la piel y una inflamación generalizada en el cuerpo. Así mismo, los carcinógenos del humo del cigarrillo aumentan notablemente el riesgo de contraer diversos tipos de cáncer, incluido el cáncer de piel.

Exfoliar en exceso

Exfoliar la piel ayuda a remover las células muertas que se acumulan durante el día para que no se acumule grasa en los poros de la piel y se generen imperfecciones que pueden resultar incómodas para quienes buscan un cutis terso y sano. Sin embargo, hacerlo en exceso genera efecto perjudiciales.

La exfoliación excesiva produce inflamación, sequedad, irritación y pequeñas fisuras en la piel, señala Holahan. También puede contribuir a la aparición de brotes. Además, dado que la piel se torna más gruesa frente a los traumatismos, un exceso de exfoliación puede acabar por opacar y descamar la piel con el paso del tiempo.

Productos con fragancias y colorantes

Aunque algunas personas prefieren los jabones y las lociones con aromas intensos, estos pueden causar sarpullidos e irritaciones con el paso de la edad, ya que la piel se vuelve más delgada y sensible. Las fragancias, los colorantes y otras sustancias químicas artificiales también acentúan la sequedad.

Los perfumes podrían ser irritantes de para algunos tipos de piel. | Foto: ilbusca

“Si la piel seca, hay que optar por jabones o limpiadores sin fragancias indicados para la piel sensible, y utilizar también detergentes y lavavajillas sin aditivos ni irritantes. Para retener la humedad, aplicar una loción o una crema hidratante sin fragancias cada vez que te laves las manos o la cara”, indica AARP.

Alimentación

La alimentación juega un papel clave en el buen funcionamiento del organismo, por ende, en la piel. Lo ideal es lograr una dieta sana y balanceada –en lo posible con la supervisión de un nutricionista– para saber qué productos le haces bien a su organismo. Es de recordar que no todas las personas son iguales y que, dependiendo si sufre de algunas afecciones o no, hay alimentos que es preferible evitar.