La tensión arterial es la presión que ejerce la sangre contra las arterias por las que circula. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera que una persona presenta hipertensión cuando su presión es demasiado elevada.

La OMS explica que de la tensión arterial se dan dos valores: el primero es la sistólica, la cual corresponde al momento en que el corazón se contrae o late; mientras que el segundo es la tensión diastólica, que representa la presión ejercida sobre los vasos cuando el corazón se relaja entre un latido y otro.

Existen diversos factores de riesgo para que una persona presente hipertensión. Algunos son modificables y otros no. En los primeros figuran las dietas malsanas como un consumo excesivo de sal, alimentos ricos en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de frutas y verduras; la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol y el sobrepeso o la obesidad.

En el caso de los no modificables se encuentran los antecedentes familiares, la edad superior a los 65 años y la concurrencia de otras enfermedades, como diabetes o nefropatías.

De acuerdo con los expertos, la mayoría de personas hipertensas ignoran que lo son, pues la enfermedad no siempre se presenta acompañada de síntomas o signos de alerta, razón por la cual se dice que es un padecimiento que puede causar la muerte de forma silenciosa.

Cuando se presentan algunos signos, estos se reflejan en cefaleas matutinas, hemorragias nasales, ritmo cardiaco irregular y alteraciones visuales. La hipertensión grave puede provocar cansancio, náuseas, vómitos, confusión, ansiedad, dolor torácico y temblores musculares, asegura la OMS.

Si bien cuando se sufre de hipertensión, en la mayoría de ocasiones se debe tratar con medicamentos, también hay remedios caseros que pueden ser complementarios y ayudar a regular sus niveles.

Alimentos ricos en potasio

El potasio es un mineral que le ayuda al cuerpo a deshacerse del sodio y aliviar la presión sobre los vasos sanguíneos. Un artículo publicado el sitio web Medical News Today, asegura que para obtener un mejor equilibrio entre sodio y potasio, la dieta se debe centrar en comer menos alimentos procesados y más productos frescos e integrales.

Los alimentos que son particularmente altos en potasio incluyen: vegetales, especialmente los de hojas verdes, y los tomates; frutas, incluyendo melones, bananos, aguacates, naranjas y albaricoques o damascos; lácteos, como leche y yogur; atún y salmón; nueces y semillas y fríjoles.

Agua de ajo

Esta bebida estimula la producción de óxido nítrico, que es un gas con fuerte acción vasodilatadora, que facilita la circulación de la sangre y disminuye la presión sobre el corazón, precisa el portal de bienestar y salud Tua Saúde. Además, el ajo es bueno para mantener la salud cardiovascular, debido a que posee propiedades antioxidantes y protectoras de los vasos sanguíneos, evitando el surgimiento de problemas como la aterosclerosis (placas en las arterias).

Té de jamaica

La flor de jamaica, también conocida como hibisco, es una planta a la que se le atribuyen bondades para la pérdida de peso. Sin embargo, según Tua Saúde tiene otros efectos importantes, como la reducción de la presión arterial, debido a que es rica en antocianinas, que son flavonoides (antioxidantes) que ayudan a regular la tensión.

Comer bayas

Las bayas son una importante fuente de polifenoles, compuestos naturales de la planta que son buenos para el corazón. Medical News Today cita un estudio en el que se le pidió a un grupo de personas de mediana edad comer bayas durante ocho semanas. Los participantes experimentaron mejoras en diferentes marcadores de la salud del corazón, incluyendo la presión arterial.

Alimentos ricos en calcio

Los especialistas aseguran que las personas con bajo consumo de calcio con frecuencia tienen presión arterial alta. “Aunque no se ha demostrado de manera fehaciente que los suplementos de calcio disminuyen la presión arterial, las dietas ricas en calcio parecen estar relacionadas con niveles saludables”, asegura Medical News Today.

Para los adultos la recomendación es de 1.000 miligramos de este mineral al día. Para las mujeres mayores de 50 años y los hombres que superan los 70 años, la cantidad debe ser de 1.200 miligramos. Además de los productos lácteos, hay otros alimentos que proporcionan este mineral como la col rizada y otros vegetales de hojas verdes, los fríjoles, las sardinas y el tofu.