Es común que el envejecimiento comience a generar algunos problemas de memoria, así como una reducción de otras habilidades relacionadas con el razonamiento. Por ejemplo, la pérdida de memoria puede definirse como un olvido patológico y se evidencia cuando se presentan problemas para aprender algo nuevo, recuperar recuerdos o acordarse de sucesos recientes.
Olvidar cosas es un tropiezo mental frecuente entre las personas que no necesariamente debe despertar preocupación o alarma. No obstante, hay situaciones específicas en los que la pérdida de memoria sí puede ser síntoma de una complicación médica de orden neurológico o psicológico.
El Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos advierte que hay muchas personas a las que les preocupa estar perdiendo la memoria, debido a que piensan que puede tratarse de los primeros signos de enfermedades degenerativas como el Alzhéimer.
“Algunos adultos mayores también encuentran que no se desempeñan tan bien como las personas más jóvenes cuando completan pruebas de memoria compleja o de aprendizaje. Pero los científicos han encontrado que si se les da suficiente tiempo, las personas mayores saludables pueden desempeñarse igual de bien que las personas jóvenes en estas pruebas”, asegura el Instituto Nacional de Envejecimiento.
Según el portal Cognifit, cuando una persona olvida algo, lo habitual no es que pierda el recuerdo en sí, sino que el cerebro “no encuentre el camino” hasta el recuerdo que se trata de buscar.
Algunos síntomas de la pérdida de memoria son, entre otros: perder objetos personales frecuentemente, tener dificultades para encontrar las palabras adecuadas, hacer las mismas preguntas en una conversación, o contar varias veces la misma historia, no recordar si se ha hecho algo, como por ejemplo, tomar un medicamento y desorientarse o perderse en lugares conocidos.
Confundirse de año, o de día de la semana, tener dificultades para recordar citas o eventos y problemas para seguir instrucciones o tomar decisiones, demorarse más en realizar tareas conocidas, como seguir una receta; colocar objetos en lugares inapropiados, como por ejemplo, poner una billetera en el cajón de la cocina y tener cambios en el estado de ánimo o en el comportamiento sin razón aparente son señales tempranas de que se puede estar presentando una amnesia.