El trastorno narcisista de la personalidad, también conocido como megalomanía, es una condición patológica en la que las personas se sienten omnipotentes frente a los demás y tienen poca empatía. Normalmente, un narcisista se cree mejor que los otros en todos los aspectos, dicen los especialistas.

Es probable que en el día a día las personas se encuentren con narcisistas y entablen una relación que al principio puede ser una experiencia gratificante. Sin embargo, con el tiempo se relevan las verdaderas intenciones de hacer sentir inferior a los demás y aprovecharse de quienes lo rodean en beneficio propio, afirma la revista especializada en psicología La Mente es Maravillosa.

Para los expertos del instituto de investigaciones clínicas Mayo Clinic, este tipo de trastornos causa problemas en muchas áreas de la vida: las relaciones personales y sociales, el trabajo, la escuela o los asuntos económicos.

“En general, es posible que las personas que lo padecen se sientan infelices y decepcionadas cuando no reciben los favores especiales ni la admiración que creen merecer. De igual forma, es posible que no se sientan satisfechos con sus relaciones y que otras personas no disfruten de su compañía”, precisa esta institución.

Las personas narcisistas se preocupan demasiado por la belleza física. | Foto: Dimitri Otis/Getty Images

Según el Manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, el narcisista se puede identificar mediante algunas señales específicas, como la falta de empatía, arrogancia, envidia de los demás y creerse todopoderosos. Sin embargo, existen otros signos a tener en cuenta.

Preocupación por el éxito y el poder

Las personas narcisistas tienen una gran preocupación por cómo conseguir el éxito en sus vidas. Esto lleva a que sus objetivos se centren en obtener un poder ilimitado, brillantez de pensamiento y belleza física.

Derecho a un tratamiento especial

A los narcisistas les agrada ser tratados de manera especial. Exigen tener privilegios, ya que consideran que merecen unas condiciones de trato particulares. Todo esto porque creen que ellos son especiales. Es por esta razón que a un narcisista no se le puede llevar la contraria ni criticarlo, porque se siente atacado.

De igual forma, las personas que tienen esta patología son pretenciosas y esto hace que exijan ser admiradas en todo momento y lugar. Buscan constantemente que los demás las traten de manera especial, sin preocuparse si se lo merecen o no.

Se inventan historias para no asumir sus errores

Los narcisistas tienen serios problemas a la hora de aceptar que han cometido un error, y evitan mostrar debilidad pidiendo perdón, asegura el portal Psicología y Mente. Por esta razón, proyectan la culpa sobre otros, llegando a extremos en los que el fracaso de una acción que han realizado ellos es visto como culpa de otra persona que no está presente, por ejemplo.

La ruptura de lazos familiares y los cambios abruptos en las dinámicas del hogar generan estrés en todos los involucrados, incluyendo, por supuesto, a nuestros amigos de cuatro patas.

Falta de empatía

Una de las características más notorias del narcisista es que se le dificulta tener empatía con los demás. Generalmente es una persona incapaz de identificarse con los sentimientos y necesidades de quienes lo rodean. Esto genera que sean personas a las que se les dificulta amar y no aceptan ninguna culpa, ni sienten remordimiento por sus acciones negativas.

Estética y apariencias

Las personas narcisistas están constantemente juzgando al resto, y por ello necesitan una manera fácil y sencilla de hacerlo. Según Psicología y Mente, son individuos que se fijan mucho en los demás: la ropa que usan, su estilo, la forma de hablar, caminar y lo que opinan, entre otros aspectos. Se encargan de encajar en determinado grupo social a quienes no están a la moda, se visten diferente o simplemente no son de su agrado.

Generalmente, las personas narcisistas suelen pensar que el problema está en los demás, que las emociones displacenteras que sienten son consecuencia de algo que los otros no están haciendo bien, o que los demás no les proporcionan, y a lo que tienen derecho. Son los demás los que cometen errores, tienen problemas o son ineficaces.