La diabetes, una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos, presenta en algunas personas síntomas silenciosos que por ende pasan desapercibidos, complicando aún más esta enfermedad que provoca lesiones nerviosas, renales u oculares.

No obstante, hay quienes no presentan síntomas comunes como el adelgazamiento repentino, pies y manos dormidas, frecuentes ganas de orinar y demasiada sed.

Por ello, los expertos en salud recomiendan estar atentos a estos cinco síntomas menos frecuentes de la diabetes.

Alteración en la visión

Aunque esta enfermedad altera los fluidos corporales, entre estos la visión, algunos diabéticos, antes de ser diagnosticados, pueden ver bien y por eso dejan de usar gafas. No obstante, una vez la glucosa está regulada van a necesitarlas de nuevo.

Sin embargo, ello no se debe a una retinopatía diabética, una enfermedad que genera la obstrucción de los vasos sanguíneos de la parte trasera de los ojos.

Irritaciones cutáneas

Si la persona empieza a notar picor o irritación en la piel, debe establecer si se debe al clima u otros factores o, de lo contrario, deberá adelantar un análisis de sangre para ver los niveles de glucosa.

El portal Econcejos.com destaca que la diabetes alcanza a la circulación de la sangre y por ello las extremidades son las más propensas a la irritación.

Ronquidos

Los ronquidos pueden ser síntomas de muchas enfermedades, entre estas la diabetes. Por lo tanto, las personas experimentan intervalos respiratorios, debido al relajamiento de los músculos, encogiendo las vías respiratorias.

Así mismo, debido a los ronquidos, se termina perjudicando la entrada de aire en los pulmones, generando que se detenga el metabolismo de la glucosa.

Cuero cabelludo o caspa

Cuando hay demasiada azúcar en la sangre, el organismo trata de liberarla a través de la orina pero, si se elimina demasiada, algunas partes del cuerpo de deshidratan, lo que genera escamas en el cuero cabelludo y caspa (dermatitis seborreica)

Problemas de audición

Si la persona empieza a ver que necesita aumentar el volumen del televisor o de la radio, ello es una alarma de que puede estar padeciendo diabetes, pues está perdiendo paulatinamente audición.

De hecho, algunas investigaciones señalan que, aquellas persona que tiene más azúcar en la sangre, corre n mayor riesgo de tener daños auditivos que otras, debido a que la elevada glucosa provoca daños en los vasos sanguíneos y en los nervios del oído interno.

¿Qué relación hay entre la artritis y la diabetes?

Tanto la artritis como la diabetes son afecciones que impactan la calidad de vida de una persona, ya que una dificulta el movimiento; y la otra, al no ser tratada, puede provocar hasta amputaciones en las extremidades.

La Organización Mundial para Salud (OMS) asegura que “el número de personas con diabetes pasó de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014. La prevalencia de esta enfermedad ha venido aumentando más rápidamente en los países de renta baja y de renta mediana que en los de renta elevada”.

La artritis reumatoide

El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel explica que la artritis reumatoide es una enfermedad crónica que impacta las articulaciones de las manos, los pies y las muñecas. Según la entidad, la artritis se debe a una falla en el sistema inmunitario porque este acecha los tejidos de las articulaciones.

Entre los principales síntomas que se relacionan con esta afección se encuentran: dolores intensos, hinchazón y dificultad de movimiento.

La organización de salud enumera los factores que inciden en el desarrollo de artritis, tales como: la edad, antecedentes familiares, el género, la obesidad, el consumo de tabaco, entre otros.

Por su parte, la Clínica Mayo describe cada uno de los tipos de artritis que existen: séptica, reactiva, del pulgar, gota, psoriásica, entre otras. Aunque en la actualidad se conocen remedios caseros que aseguran aliviar los signos de esta enfermedad, se debe tener en cuenta que estos no reemplazan el tratamiento de un médico, por lo que es importante siempre consultar con un profesional.

La diabetes

La diabetes se desarrolla por los altos niveles de glucosa en el torrente sanguíneo que obstruyen vasos sanguíneos, nervios, ojos y el corazón, afirma la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Existen tres tipos de diabetes en donde el páncreas no produce insulina (tipo I) y/o las células se resisten a esta hormona (tipo II); la gestacional que se desarrolla en algunas mujeres en estado de embarazo: “Este tipo de diabetes aumenta el riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto”, puntualiza la OMS.

La OPS precisa que con el paso del tiempo la salud se puede ver gravemente afectada provocando insuficiencia renal, neuropatías y úlceras o mejor conocidas como llagas en los pies.

Entre los signos más comunes de la diabetes, se conocen: la sed frecuente, los cambios de humor, la visión borrosa, la pérdida de peso, las infecciones, entre otras.

Pie diabético

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, la diabetes perjudica los pies de las personas que lo padecen, ya que la acumulación de azúcar en la sangre tiene un efecto negativo en los vasos sanguíneos y los nervios, por lo que puede provocar entumecimiento o dolor en los pies. Adicional a ello, en algunos casos no hay sensibilidad.

Con lo anterior, es común que haya heridas o también úlceras, por lo que hay mayor probabilidad de posibles infecciones. Además, la institución señala que esta afección puede ocasionar gangrena, ya que los vasos sanguíneos están deteriorados, y no hay flujo de sangre.

De acuerdo con la Clínica Mayo, la gangrena “es la muerte de tejido corporal”, porque no hay circulación de sangre.

En tal sentido, el portal Medical News Today, asegura que la artritis puede en algunos casos desarrollar diabetes tipo II, que de acuerdo con las investigaciones, incide en que las células se resista a la insulina provocando obesidad, misma que ocasiona un desgaste en las articulaciones asociado con algún tipo de artritis.

La OMS define el sobrepeso y la obesidad como “acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”.