El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional, el cual puede provenir de cualquier situación o pensamiento que haga sentir a la persona frustrada, furiosa o nerviosa.
Este sentimiento es la reacción del cuerpo a un desafío o demanda. En pequeños episodios, el estrés puede ser positivo, como cuando ayuda a evitar el peligro; sin embargo, si se vuelve recurrente puede causar serios inconvenientes de salud, indica la biblioteca de medicina Medline Plus.
El cuerpo reacciona ante el estrés al liberar hormonas. Estas hormonas hacen que el cerebro esté más alerta, que los músculos se tensionen y que aumente el pulso. A corto plazo, estas reacciones son buenas porque pueden ayudar a manejar la situación que causa el estrés. Esta es la manera en que el cuerpo se protege a sí mismo.
No obstante, cuando este sentimiento se vuelve crónico, el cuerpo se mantiene alerta incluso cuando no hay peligro. Con el tiempo, esto puede generar inconvenientes de salud como: presión alta, diabetes, insuficiencia cardíaca, obesidad, depresión, problemas de la piel y menstruales.
Según la compañía de salud Sanitas, existen diferentes tipo de estrés: el normal, patológico (se presenta por periodos prolongados), postraumático (se presenta después de que una persona ha vivido algún suceso aterrador) y laboral.
Sin embargo, cuando aumenta la hormona del estrés en el organismo también se generan ciertos cambios, incluso las personas pueden aumentar de peso, sufrir de acné, entre otras cosas. Por ello, es esencial mantener los niveles de cortisol en una medida estable, para evitar complicaciones de salud.
Tips para bajar los niveles altos de la hormona de cortisol
Un artículo publicado en el medio digital estadounidense Business Insider plantea unas formas naturales para ayudar a bajar el cortisol y enfrentar de mejor manera los elevados niveles de estrés.
1. Practicar técnicas de relajación. La meditación, respiración profunda y otros medios de relajación, como el masaje y el yoga, reducen los niveles de cortisol. La publicación cita un estudio de 2013 publicado en la revista de la Asociación Médica de Tailandia que examinó los efectos de esta práctica en treinta estudiantes de medicina y encontró una disminución significativa en los niveles de cortisol después de que los participantes formaron parte de una sesión.
2. Mejorar la dieta. Los estudios científicos han determinado una relación significativa entre el cortisol y la comida. Los niveles altos de cortisol pueden alterar el sistema de recompensa del cerebro para favorecer el consumo de alimentos con alto contenido de azúcar y grasa. Esto aumenta aún más los niveles de cortisol, creando un ciclo que es difícil de romper.
3. Dormir suficiente. La secreción de cortisol también está íntimamente ligada al sueño. No dormir lo suficiente (menos de siete u ocho horas por noche) hace que el cuerpo sea más propenso a producir cortisol. De hecho, muchos estudios han demostrado niveles más altos de cortisol en personas que experimentan falta de sueño.
4. Cuidar una mascota. Cultivar relaciones a largo plazo con las mascotas es una forma de ayudar a regular los niveles de cortisol. Un estudio de 2019, realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Washington, encontró que solo diez minutos dedicados a acariciar a un perro o un gato pueden disminuir significativamente los niveles de esta hormona. Los perros de terapia son especialmente beneficiosos para las personas con depresión o trastorno de estrés postraumático.
5. Realizar actividades que promuevan la felicidad. Las personas que se describen a sí mismas como felices muestran niveles generales más bajos de cortisol. La recomendación de expertos es crear una red en la que se pueda tener personas a las que se pueda acudir cuando se está estresado, reír, salir de la casa y hacer ejercicio.