La memoria es un proceso psicológico que sirve para codificar información y almacenarla para que acceder a ella cuando el cerebro lo requiera. Sin embargo, la desmejora de la memoria puede ser una parte normal del envejecimiento.

Aunque todas hacen procesos similares, existen diferentes tipos de memoria, entre las que están: a largo plazo, a corto plazo y fotográfica. Cada una es un proceso de almacenamiento que usa el cerebro para recordar aquellas cosas aprendidas o experimentados a lo largo de la vida.

Olvidar dónde quedaron las llaves o no recordar pequeñas cosas de la vida cotidiana son síntomas que empiezan a preocupar a las personas, pues desde el momento del nacimiento, el cerebro humano recibe datos para ser guardados allí.

De hecho, actividades que se realizan en la cotidianidad, como hablar o caminar, no se hubieran podido realizar sin ayuda de la memoria. Aunque lo más recomendable es visitar al médico cuando la memoria se ve afectada, existen rutinas y alimentos que mejoran los procesos cognitivos.

Incluso, actualmente, es posible reforzar la memoria y evitar que los olvidos pasen con regularidad. Existen múltiples métodos para cumplir este objetivo, por ejemplo, el portal Mejor con Salud listó algunos consejos con los que es posible mantener la memoria en buen estado:

1. Descansar para tener la memoria en el nivel que se quiere: dormir es una acción importante para la salud integral de las personas, especialmente para tener energía para el transcurso del día que inicia. Mayo Clinic señala que dormir es clave para la consolidación de los recuerdos y poder recordarlos después.

2. Reunirse con amigos: el estrés crónico destruye las células del cerebro y, en ese sentido, dañará el hipocampo, una parte del cerebro involucrada en la formación de nuevos recuerdos. Una forma de contrarrestarlo es pasando tiempo con amigos.

3. Aprender todos los días algo: no es necesario que el aprendizaje sea sobre un gran tema, basta, por ejemplo, con aprenderse un número telefónico. Para aquellos con tiempo libre si es posible aprender un nuevo idioma o una nueva disciplina.

4. Alimentarse bien: el cerebro necesita una ingesta de todos los grupos de vitaminas para funcionar de manera correcta. Además, es conveniente evitar el consumo de productos que pueden ser perjudiciales, como el alcohol o el tabaco, para proteger las funciones cerebrales.

5. Leer y ver series: expertos también advierten que estos hábitos no evitarán la aparición de enfermedades como el alzhéimer, pero se destaca que leer y ver series acostumbra al cerebro a ejercitarse, por lo tanto, el proceso degenerativo puede ser más lento.

Además de lo anterior, Mejor con Salud listó una serie de ingredientes que, además de ayudar con la mejoría de memoria, fortalecen la agilidad mental y la concentración de quien los consuma dentro de los parámetros de una dieta saludable:

  • Apio: el apio contiene luteolina, la cual, por ser un antioxidante, reduce el envejecimiento prematuro del cerebro, por lo cual este no sufrirá y se logrará mantener una buena memoria. “El apio también puede ser de ayuda para evitar dolores de cabeza como jaquecas e incluso migraña”, resalta el portal Mejor con salud.
  • Ácidos grasos: Para que el funcionamiento del cerebro funcione con normalidad, es necesario incluir los ácidos grasos Omega 3. Esto favorece un mejor desarrollo mental y una mejora en la conducta y el aprendizaje durante la infancia, ya que ayudan a mejorar el desarrollo de las funciones cognitivas en los niños.
  • Tomate: este alimento contiene licopeno, un antioxidante que protege las células cerebrales de los daños de los radicales libres; además, gracias a su alto contenido de vitamina C, el tomate fortalece el sistema inmune y hace que el cuerpo asimile mejor el hierro que obtiene de otros alimentos.