Una buena circulación ayuda al cuerpo a mantenerse sano. El principal encargado de este proceso es el corazón, el cual, impulsa sangre de forma constante hacia el cerebro y las extremidades. Las venas y arterias también son parte fundamental de esta función.

Mantener una buena circulación se considera importante, pues, a medida que la sangre circula distribuye oxígeno y nutrientes a las células del cuerpo. La sangre transportada también elimina el dióxido de carbono junto con algunos elementos residuales.

La mayoría de los problemas circulatorios están asociados a las venas varices, sin embargo, una mala circulación puede desencadenar una serie de afecciones conocidas como enfermedades vasculares que poseen una variedad de síntomas.

Entre los anteriores se encuentra: fatiga, mareos, dolor de cabeza, manos y pies fríos, dolor en las piernas, calambres musculares, latidos cardíacos irregulares, pérdida de cabello y sequedad de la piel, entumecimiento u hormigueo en partes del cuerpo, entre otros.

Algunas de dichas enfermedades suelen ser comunes, pero no significa que varias de ellas no se consideren graves. Estas ocurren cuando las personas han perdido elasticidad en sus venas y estas carecen de fuerza para transportar de forma correcta el líquido.

Las principales causas de una mala circulación sanguínea tienen que ver con el sedentarismo. | Foto: Getty Images

Existen múltiples métodos para mejorar la circulación sanguínea. El más importante es acudir a un especialista para que revise las causas de la molestia y cuál es el mejor tratamiento para cada tipo de organismo.

Así mismo, existen algunos tips caseros que pueden realizarse bajo supervisión médica. Por ejemplo, el portal especializado Salud180 informó que sumergir los pies en agua caliente “ayuda dilatar los vasos sanguíneos para que la sangre pueda circular mejor”.

Practicar este remedio casero puede ayudar a aliviar el dolor, el cansancio y a reducir los calambres en las piernas, según reseña un artículo publicado por National Library of Medicine.

Además, como un beneficio adicional, sumergir los pies en agua caliente desinflamará estas extremidades, gracias a que hay una mayor oxigenación en los vasos sanguíneos. Incluso, si se agregan algunas gotas de aceite esencial, es posible que reduzca los niveles de estrés.

Cuando existe una mala circulación sanguínea se ven síntomas como piel reseca y hormigueo. | Foto: Jonathan Kitchen

El procedimiento para llevar a cabo este consejo, es:

1. Preparar un recipiente con agua tibia y otro con agua fría.

2. Colocar en ambos recipientes una cucharada de sal gruesa y 10 gotas del aceite esencial que se prefiera.

3. Mezclar para que todo se integre.

4. Sumergir los pies en el agua caliente por 15 minutos.

5. Pasado el tiempo, pasarlos al recipiente con agua fría por cinco minutos más.

6. Sacar los pies y masajearlos con ayuda de una crema hidratante.

7. Realizar el procedimiento antes de acostarse tres veces a la semana.

Además de lo anterior, el portal especializado Mejor con Salud, brindó algunos consejos para mejorar la circulación en las piernas:

  • Usar el calzado adecuado: los pies resisten todo el peso del cuerpo y están en constante actividad durante el día, por lo que usar un mal calzado puede causar problemas de circulación, deformación ósea y fatiga. Por este motivo, más que un accesorio, los zapatos son una prenda importante para la salud.
  • Comer alimentos de color rojo: el color de los alimentos es determinante para su composición nutricional. Aquellos de color rojo poseen gran cantidad de antioxidantes, lo que previene el surgimiento de algunas enfermedades. Algunos alimentos recomendados son la sandía, la cereza, el tomate, etc.