La circulación es el proceso mediante el cual el corazón bombea la sangre de una persona alrededor del cuerpo. La salud del sistema circulatorio es clave para evitar complicaciones generales en el organismo, pero particularmente en el mencionado órgano.
Algunos factores como la obesidad, la diabetes, enfermedades cardiacas y aquellas que afectan las arterias o venas pueden generar que las personas no tengan un buen proceso circulatorio.
Entre los síntomas más comunes que puede experimentar una personas que tenga mala circulación se encuentran: piel fría seca o escamosa, comezón en las piernas, manchas rojas, presencia de pequeños vasos o várices, tobillos y pies hinchados, color pálido o azul en la zona, calambres en las piernas, sensación de hormigueo, pinchazos o adormecimiento, ausencia de vellos en las piernas, grietas en los talones y calor o frío en el área afectada, según el portal Salud180.com.
La presión arterial también puede incidir en la circulación. Quienes la tienen muy baja pueden experimentar una circulación deficiente y otros síntomas relacionados. Sin embargo, tener una medición de presión arterial más baja usualmente no es una causa de preocupación en personas con un sistema cardiovascular saludable.
De igual forma, tener venas y arterias saludables facilita que la sangre pase a través de ellas. Si los niveles de lípidos o grasas o colesterol de una persona son demasiado altos o bajos, los vasos sanguíneos pueden lesionarse y bloquearse.
Existen algunas recomendaciones que ayudan a mejorar la circulación.
1. Mantener un peso saludable: Si una persona tiene sobrepeso, esto puede afectar negativamente su circulación. Según Medical News Today, un estudio de 2009 encontró que perder peso mejoró la circulación en mujeres que tenían sobrepeso. Las participantes incrementaron sus niveles de una proteína llamada adiponectina que se asocia con la función vascular.
2. Trotar: El ejercicio cardiovascular regular, como trotar, ayuda a la salud del sistema circulatorio. El ejercicio mejora la circulación y esto significa que las actividades diarias pueden ser menos agotadoras.
3. Practicar yoga: El yoga es un ejercicio de bajo impacto que es fácil de modificar para los principiantes. Implica doblarse, estirarse y torcerse. Estos movimientos pueden ayudar a comprimir y descomprimir las venas, lo cual puede mejorar la circulación.
Un estudio publicado en European Journal of Preventive Cardiology determinó que el yoga es beneficioso para el sistema cardiovascular y el metabolismo. Una simple posición de yoga para empezar es la del perro boca abajo: los pies y manos sobre el piso con la cabeza hacia abajo. Esta ayuda a mejorar la circulación, al colocar las caderas y el corazón por encima de la cabeza, lo que permite que la gravedad incremente el flujo de sangre hacia la cabeza.
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, indica que el yoga, a través de sus posturas, ejercicios de respiración y meditación, ayuda a mejorar la salud en general.
4. Comer pescado: Los ácidos grasos omega-3 que tiene el pescado promueven la salud cardiovascular y mejoran la circulación. Los pescados recomendados son el salmón, sardinas y atún. Para las personas vegetarianas o veganas, la col rizada contiene pequeñas cantidades de ácido graso omega-3, sugiere Medical News Today.
5. Tomar té: Los antioxidantes que contiene el té promueven la salud cardiovascular y pueden mejorar la circulación. Esto aplica tanto para el té negro como para el verde.
6. Mantener los niveles de hierro balanceados: El hierro es un mineral esencial para el sistema circulatorio. Se requiere para producir hemoglobina, uno de los componentes importantes de los glóbulos rojos que es necesario para transportar el oxígeno. Comer alimentos ricos en hierro, como carnes rojas o espinaca, ayuda a que el cuerpo mantenga este mineral esencial. Sin embargo, mantener un equilibrio saludable también es necesario.
7. Caminar de puntillas: Cuando la persona camina en esta posición, logra estimular la contracción de los gemelos, que, al mismo tiempo, comprimen las venas, facilitando el retorno venoso. Esto se denomina bomba muscular y su activación influye de manera significativa en la circulación de las piernas, precisa el portal Tucanaldesalud.es.
Lo recomendable es ponerse de pie y realizar la acción en puntillas 10 veces sin caminar. Igualmente, se puede combinar con el mismo ejercicio realizado con los talones, de modo que se contraen los músculos opuestos.