En el pasado, muchos consideraban las cirugías estéticas como contrarias al feminismo, viéndolas como una forma de perpetuar estereotipos de belleza impuestos por una sociedad patriarcal. Sin embargo, esta percepción ha cambiado significativamente. Hoy, los procedimientos estéticos son vistos bajo una nueva luz, donde el empoderamiento femenino y la cirugía estética no están en conflicto, sino que coexisten.

Laura Cala, experta en medicina estética y defensora del feminismo, aborda esta transformación con una perspectiva esclarecedora. “El feminismo busca crear conciencia y condiciones para transformar las relaciones sociales, lograr la igualdad entre las personas y eliminar cualquier forma de discriminación o violencia contra las mujeres. Esto nada tiene que ver con la cirugía estética o cualquier otro procedimiento estético no invasivo”, dice.

El cambio en la percepción de las cirugías estéticas podría ser visto como un entendimiento más profundo del feminismo.

Por otro lado, el empoderamiento femenino se basa en la capacidad de las mujeres para tomar decisiones sobre sus propios cuerpos y vidas. En este contexto, someterse a una cirugía estética puede ser una expresión de autonomía y autodeterminación. Cala sostiene que “la mujer que sabe lo que quiere hace de su cuerpo un lienzo para poder hacer lo que le plazca con él y sentirse como ella desee”.

La liposucción, por ejemplo, es una cirugía estética muy común que puede practicarse en diferentes partes del cuerpo según cada paciente lo necesite. Foto: Getty | Foto: El País

Medicina estética y body positive

El movimiento body positive nació con el objetivo de desafiar los estándares de belleza tradicionales y promover la aceptación de todos los cuerpos, independientemente de su forma y tamaño. Para Laura Cala, no hay conflicto entre este movimiento y la medicina estética: “El body positive se creó para romper el vínculo entre el peso y el valor personal, reforzando que todos los cuerpos merecen dignidad, respeto y un trato justo”.

Desde su perspectiva, la cirugía estética y el body positive pueden complementarse. “La cirugía plástica es un método práctico de la medicina, una herramienta para enaltecer cuerpos y sumar a la autoestima, no al ego”, asegura. En este sentido, la cirugía estética puede ser vista como una forma de empoderamiento personal, permitiendo a las mujeres sentirse más seguras y satisfechas con su apariencia.

Cala añade: “Las decisiones sobre el cuerpo de la mujer son únicamente de la mujer misma. La cirugía plástica puede ser considerada un método de empoderamiento y una forma de aumentar la autoestima, no una manera de avergonzar socialmente el cuerpo femenino”.

La cirugía estética como herramienta de empoderamiento

El empoderamiento femenino implica que las mujeres participen plenamente en todos los sectores de la sociedad, incluyendo la economía, la política y la cultura. Para muchas mujeres, sentir confianza en su apariencia física puede ser un factor crucial para alcanzar este nivel de participación. Las cirugías estéticas, cuando se eligen libremente y se realizan de manera responsable, pueden contribuir significativamente a esta confianza.

Laura Cala, como cirujana plástica, ve el cuerpo humano como un templo. “La atemporalidad se mide en el buen uso de prácticas que permiten la naturalidad propia de cada persona”, afirma. Su enfoque en la cirugía estética se centra en realzar la belleza natural y mejorar la autoestima de sus pacientes, no en imponer estándares de belleza inalcanzables.

En la controversia sobre la cirugía estética y el feminismo, Cala ofrece una visión equilibrada: “Me considero una mujer que empodera a otras mujeres, promoviendo la igualdad laboral en la industria de la medicina y la innovación en estudios médicos. Defiendo la libertad de expresión de la mujer en la sociedad contemporánea”.

Las mujeres deben ser libres para decidir si quieren someterse a procedimientos estéticos sin ser juzgadas o etiquetadas negativamente. La clave está en la intención y en la autonomía de la decisión, no en el procedimiento en sí.

La relación entre las cirugías estéticas y el empoderamiento femenino es compleja y multifacética. No se trata de un simple debate entre lo que es feminista y lo que no lo es. Se trata de reconocer y respetar las decisiones individuales de cada mujer sobre su propio cuerpo. Las cirugías estéticas pueden ser una herramienta poderosa para algunas mujeres en su búsqueda de empoderamiento y autoestima.

El feminismo, en su esencia, defiende la libertad de elección y la autodeterminación. En este marco, las mujeres deben ser libres para decidir si quieren someterse a procedimientos estéticos sin ser juzgadas o etiquetadas negativamente. La clave está en la intención y en la autonomía de la decisión, no en el procedimiento en sí.

Laura Cala recuerda que el verdadero empoderamiento femenino radica en la capacidad de cada mujer para tomar sus propias decisiones, ya sea en el ámbito de la estética, la carrera profesional o cualquier otro aspecto de su vida. En última instancia, el feminismo y la cirugía estética pueden coexistir y complementarse, siempre y cuando las mujeres mantengan el control sobre sus cuerpos y sus elecciones.