Con frecuencia, las arrugas suelen ser relacionadas con el envejecimiento, pero este no es el único causante de estas líneas en la piel; hay otros factores que las pueden provocar. La contaminación, el tabaquismo y el sol también contribuyen con la aparición de arrugas.
Este último es uno de los grandes causantes, sobre todo en las personas de piel clara. Afecta las zonas de la piel que suelen estar más expuestas a la luz que irradia el sol, como la cara, el cuello, las manos y los antebrazos.
El cuidado de la piel forma parte de la rutina de muchas personas en el mundo. Mientras algunos optan por invertir grandes sumas de dinero en productos que están disponibles en el mercado o las novedades que anuncian compañías de belleza, otros optan por las soluciones caseras, bien sea por economizar unos pesos o porque las consideran más naturales.
En la despensa hay numerosos productos que sirven para el cuidado de la piel, como el café, la cáscara de banano, el limón y el huevo, entre otros.
El huevo contiene un sinfín de propiedades que benefician la piel, ayuda a hidratarla, mejora su textura y hace que luzca más tersa y joven. De acuerdo con el diario español Mundo Deportivo, la clara de huevo contiene proteínas que ayudan a reafirmar la piel del rostro, así como también ayuda a limpiarlo a profundidad, dejándolo libre de impurezas.
Además, gracias a sus propiedades humectantes, su aplicación sobre el rostro ayuda reparar la piel dañada y reseca, y suaviza este órgano. La clara de huevo reduce los poros abiertos, actúa como un astringente natural controlando la grasa de la piel y, por último, pero no menos importante, ayuda a retrasar la aparición de arrugas y a reducir la visibilidad de las ya presentes en el rostro.
Entre las formas más comunes que se aprovecha el huevo es haciendo uso de los restos de clara que quedan en la cáscara, luego de verterlo en un recipiente. Aplicar estos sobrantes de clara en el contorno de los ojos y alrededor de los labios, donde suelen hacerse arrugas, esperar hasta que seque el producto y, posteriormente, lavar la cara con abundante agua, hará que la piel luzca más tersa.
Para irritaciones en la piel, algún corte o arañazo, se puede hacer uso de la clara, aplicándola sobre la zona afectada y dejándola secar. Al cabo de un tiempo, se notarán los resultados.
Así como están estos trucos sencillos para mejorar el aspecto de la piel solo con la clara de huevo, también hay diferentes mascarillas para obtener mejores resultados, traídas por el diario español.
Mascarilla de clara de huevo y limón
Sumado a las propiedades ya mencionadas del huevo, el limón es ideal para las pieles grasas, combatir el acné y los puntos negros, por lo que la fusión entre estos dos alimentos es ideal. Para hacerla se requiere la clara de un huevo y el zumo de medio limón de tamaño mediano.
En primer lugar, se vierte la clara de huevo en un recipiente y se bate hasta que empiece a producir espuma, para luego agregarle el zumo de limón y continuar revolviendo. Luego de tres minutos, se toma la mezcla y, con la ayuda de una brocha limpia, se aplica por todo el rostro. Se deja actuar durante 20 minutos. Pasado ese tiempo, se debe retirar la preparación con agua tibia.
Mascarilla de clara de huevo y miel
Los únicos ingredientes que se necesitan para preparar esta mascarilla son la clara de un huevo y una cucharada de miel. En un recipiente se vierte la cucharada de miel, para después ir agregando la clara de huevo poco a poco, mientras se baten los dos productos, hasta que se obtenga una pasta cremosa, la cual se deberá aplicar sobre el rostro con la ayuda de una brocha, haciendo énfasis en las zonas donde se tengan arrugas. Dejar actuar durante 20 minutos y luego retirarla con agua tibia.
La miel juega muy bien con la clara de huevo, ayuda a hidratar la piel y a combatir la flacidez.
Mascarilla de clara de huevo y pepino
Es una mascarilla casera antiarrugas muy efectiva, el pepino ayuda a hidratar la piel y evita que envejezca de manera prematura. Para su preparación solo se necesita la clara de un huevo y un pepino mediano. Se pela el pepino y se corta en trozos pequeños para poder triturarlo con facilidad, hasta que quede una papilla. Luego se vierte en un recipiente el pepino triturado y la clara de huevo, se mezclan hasta que los ingredientes se integren y se aplica la mascarilla. Se deja actuar entre 15 y 20 minutos y se retira con agua fría.