Los coágulos sanguíneos son masas gelatinosas de sangre. “Se forman cuando ciertos componentes de la sangre se espesan y forman una masa semisólida. Este proceso puede resultar de una lesión o, a veces, puede producirse en el interior de vasos sanguíneos que no presentan una lesión evidente”, describe Mayo Clinic.

Explica que cuando se forman como respuesta a una lesión o a una cortadura de la piel, son beneficiosos, pues ayudan a taponar el vaso sanguíneo que resultó lesionado y detienen el sangrado. En contraparte, están los coágulos sanguíneos que se forman al interior de las venas sin un motivo aparente y no se disuelven de forma natural.

En el caso de estos últimos es preciso consultar al médico. Son coágulos de sangre que pueden deberse a diferentes enfermedades y hay que prestarles la atención necesaria sobre todo si se ubican en los pulmones, el cerebro o las piernas.

La entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación explica que una vez se produce la formación de estas masas de sangre, se pueden desplazar hacia otras partes del cuerpo y causar daño.

En palabras de Mayo Clinic, los factores y afecciones que pueden causar coágulos de sangre problemáticos, así como las afecciones graves que se asocian con los coágulos de sangre, incluyen los siguientes:

  • Síndrome antifosfolipídico
  • Arterioesclerosis/ateroesclerosis
  • Enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19)
  • Trombosis venosa profunda (TVP) Trombosis venosa profunda (DVT, por sus siglas en inglés)
  • Factor V Leiden
  • Antecedentes familiares de coágulos sanguíneos
  • Arritmia cardíaca (problemas con el ritmo cardíaco)
  • Ataque cardíaco
  • Insuficiencia cardíaca
  • Enfermedad arterial periférica
  • Policitemia vera
  • Embarazo
  • Embolia pulmonar (coágulo de sangre en una arteria del pulmón)
  • Tabaquismo
  • Accidente cerebrovascular
  • Cirugía

Advierte que las personas deben buscar atención médica de inmediato si presenta alguno de estos signos y síntomas: tos y presencia de sangre en la expectoración; un latido rápido del corazón; sensación de vértigo; dificultad o dolor para respirar, dolor o presión en el pecho; dolor que llega a los hombros, los brazos, la espalda o la mandíbula; aparición repentina de debilidad o entumecimiento de la cara, los brazos o las piernas; dificultad repentina para hablar o para entender el habla (afasia); o cambios repentinos en la visión. Si se presenta hinchazón, enrojecimiento o dolor en los brazos o las piernas, también es preciso consultar al médico.

En lo referente al tratamiento de los coágulos sanguíneos, el Centro Nacional de Defectos Congénitos y Discapacidades del Desarrollo, que hace parte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, explica que se pueden manejar mediante el uso de anticoagulantes, medicamentos trombolíticos, filtro de la vena cava inferior o trombectomía y embolectomía. Su uso varía según el paciente.

“Los anticoagulantes son los medicamentos que más se utilizan para tratar la TVP o la EP. (...) Reducen la capacidad de coagulación de la sangre para evitar que el coágulo se agrande mientras el cuerpo lo reabsorbe lentamente, y para reducir el riesgo de que se formen más coágulos”, explica sobre el uso de los primeros.

Entre tanto, los medicamentos trombolíticos disuelven el coágulo y son empleados en pacientes que presenten casos graves de esta afección, pues tienen un mayor riesgo de causar sangrado en comparación con los anticoagulantes.

Señala que cuando los anticoagulantes no están ayudando a tratar estas masas de sangre o sencillamente no pueden ser empleados en el paciente por algún motivo, los galenos insertan un filtro dentro de la vena cava inferior “para capturar o atrapar los émbolos (coágulos que se están desplazando a través de la vena) antes de que lleguen a los pulmones”.

La trombectomía y embolectomía son procedimientos quirúrgicos a los que acuden los médicos en última instancia, cuando se hace necesario retirar el coágulo sanguíneo de forma manual. El Centro explica que la trombectomía consiste en la extracción de coágulos de los pacientes con trombosis venosa profunda, mientras que la embolectomía implica eliminar los bloqueos que los coágulos causan en los pulmones de los pacientes con embolia pulmonar.