Con el paso del tiempo, inevitablemente la edad termina haciendo de las suyas al hacer que aparezcan arrugas e imperfecciones, dejando atrás la vitalidad gozada alguna vez en la juventud. Sin embargo, con algunos trucos se puede restaurar el cuidado de la piel.
La llamada piel de porcelana es uno de los deseos más grandes al hablar del cuidado personal. La apariencia es vital en cualquier aspecto, por lo que la suavidad y vitalidad del rostro es clave, lo cual implica que se requiera colágeno para que conservar la piel en óptimas condiciones sea fácil.
En la naturaleza hay que aprovechar los ingredientes culinarios más conocidos y utilizados para producir colágeno natural. Entre estos, uno de los que más se destaca es el huevo, el cual tiene beneficios poco conocidos a la hora de obtener colágeno.
La investigación presentada en la Revista Colombiana de Ciencia Animal, llamada Usos potenciales de la cáscara de huevo de gallina, explica que los huevos contienen muchos nutrientes y proteínas que ayudan a rejuvenecer la piel. Especialmente, la cáscara contiene mucho colágeno. Al tirarla, se está desperdiciando una gran fuente de vitalidad natural. La mejor manera de sacarle provecho es extraer la proteína y darle un buen uso con algunos remedios caseros muy simples.
El colágeno no solo está disponible en cápsulas o cremas caras. Hay otros ingredientes naturales que contienen esta proteína. Los huevos son uno de ellos y contienen las vitaminas y minerales antienvejecimiento más importantes que mantienen la piel sedosa y dan la apariencia juvenil a pesar de la edad. Adicionalmente, son un ingrediente de cocina que aporta múltiples nutrientes y proteínas para la piel, debido a que contienen vitaminas A, B12, D, E, K y minerales como fósforo, zinc, hierro y yodo.
En ese orden de ideas, cuando se aplica sobre la dermis, tiene los siguientes efectos:
- Retrasa la aparición de los primeros signos de la edad.
- Fortalece la piel con su acción descongestionante.
- Refresca y limpia en profundidad la tez.
- Regula la producción de grasa por sus propiedades astringentes.
Para sacarles provecho a las cáscaras, el informe detalla cada uno de los pasos que hay que seguir antes de aplicarlo en el rostro.
Lo primero es triturar la cáscara hasta formar una masa. Este paso es importante, por el hecho de que no pueden quedar trozos puntiagudos, debido a que pueden generar rasguños en la piel. Cuanto se tenga la masa lista, hay que agregarle media cucharada de aceite de girasol y oliva. Ambos líquidos le darán fortaleza a la masa, pero mejorando su deslizamiento en el rostro.
Finalmente, bastará con poner una cucharada de aloe vera y una pizca de cúrcuma para completar la mezcla. No se requiere calentar o dejar en reposo, por lo que culminados todos los pasos se podrá aplicar a lo largo y ancho del rostro.
Cabe indicar que, antes de embadurnar la cara con esta mezcla, hay que hacerse una prueba de alergia para evitar alguna irritación con las cáscaras de huevo. Para aplicarla, la recomendación es hacerlo mediante un masaje circular, haciendo hincapié en las zonas más afectadas por las arrugas e imperfecciones.
Una vez recubierto el rostro, se deja actuar la mascarilla por 20 minutos y luego se enjuaga la cara con agua fría. Si no hay ninguna mancha o alguna irritación posterior, quiere decir que el remedio funcionó de gran manera. La mezcla se debe aplicar mínimo una vez por semana para obtener el colágeno necesario.