La osteonecrosis es la muerte de un hueso causada por un riego sanguíneo insuficiente, y suele ser más común en partes del cuerpo como la cadera y el hombro.
Sin embargo, según reseña el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), esta afección también se puede presentar en otras articulaciones grandes, como la rodilla, el codo, la muñeca y el tobillo.
Causas
La entidad sanitaria asegura en su portal web que la osteonecrosis se presenta cuando una parte del hueso en cuestión deja de recibir sangre y muere.
Después de que este flujo de sangre se corta, el hueso puede llegar a colapsar, lo que desencadenaría múltiples problemas para el paciente.
De hecho, el NIH afirma que si una osteonecrosis no recibe tratamiento, la articulación podría deteriorarse y dar paso a una afección bastante común: la artritis grave.
“La osteonecrosis puede ser causada por una enfermedad o por un traumatismo grave, como una fractura o dislocación, que afecta el riego sanguíneo al hueso”, reseña el instituto en su portal.
Asimismo, también hay evidencia de que esta condición se puede presentar sin ningún traumatismo o enfermedad. A esta última se le denomina “osteonecrosis idiopática”, lo cual significa que se presenta sin una causa conocida.
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. presenta las siguientes posibles causas de la osteonecrosis:
- Uso de esteroides intravenosos u orales.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Anemia drepanocítica.
- Dislocación de fracturas alrededor de la articulación.
- Trastornos de coagulación.
- VIH o los medicamentos contra el VIH.
- Radioterapia o quimioterapia.
- Enfermedad de Gaucher (enfermedad en la cual sustancias dañinas se acumula en ciertos órganos y en los huesos).
- Lupus eritematoso sistémico (enfermedad autoinmunitaria en la cual el sistema inmunológico del cuerpo, por error, ataca tejido sano como la piel, las articulaciones y ciertos órganos).
- Enfermedad de Legg-Calvé-Perthes (enfermedad de la infancia en la que el fémur en la cadera no obtiene suficiente sangre, causando la muerte del hueso).
- Enfermedad por descompresión a causa de mucho buceo en el mar a grandes profundidades.
Asimismo, los expertos aseguran que cuando se presenta osteonecrosis en la articulación del hombro, generalmente se debe a un tratamiento prolongado con esteroides o a antecedentes de traumatismo en esa parte del cuerpo.
Síntomas
Una de las dificultades para el tratamiento oportuno de la afección es que no presenta síntomas evidentes en las etapas iniciales, por lo que, a medida que el daño del hueso empeora, se pueden presentar los siguientes:
- Dolor en la articulación que se puede incrementar gradualmente y que se torna muy fuerte si el hueso colapsa.
- Dolor que se presenta incluso en reposo.
- Rango de movimiento limitado.
- Dolor en la ingle si la articulación afectada es la cadera.
- Cojera, si la afección se presenta en la pierna.
- Dificultad para realizar movimientos sobre la cabeza, si está afectada la articulación del hombro.
- Empeoramiento de los síntomas de la artritis en la articulación cuando la afección se deteriora.
Pruebas y exámenes
De acuerdo con el NIH, cuando una persona acude al médico por síntomas relacionados con esta afección, el proveedor de salud deberá realizar un examen físico para averiguar qué enfermedad o trastorno está molestando el sistema óseo.
La recomendación de los expertos es no olvidar comentarle al médico sobre cualquier fármaco o suplemento vitamínico que se esté tomando, incluso los que son de venta libre.
Tras la evaluación correspondiente del profesional, deberán realizarse uno o más de los siguiente exámenes, dice el NIH:
- Radiografía.
- Resonancia magnética.
- Gammagrafía ósea.
- Tomografía computarizada.
Tratamiento
Cuando el profesional médico puede conocer la causa de la osteonecrosis -o el desarrollo de la misma-, el tratamiento principal se enfocará en la afección que esté provocando este problema.
“Por ejemplo, si la causa es un trastorno en la coagulación de la sangre, el tratamiento constará, en parte, de medicamentos trombolíticos”, afirma la entidad.
En los casos en que la osteonecrosis es detectada temprano, el NIH asevera que con la ingesta de analgésicos y la limitación del uso de la zona afectada se puede iniciar bien un tratamiento. Incluso utilizando muletas si la cadera, rodilla o el tobillo están afectados.
“El tratamiento no quirúrgico a menudo puede retrasar el progreso de la osteonecrosis, pero la mayoría de las personas necesitará cirugía”, reseña el Instituto, refiriéndose a procedimientos como un injerto óseo, la extirpación de una parte del hueso o un reemplazo de articulación.