La dislipidemia es una afección que ocurre cuando hay una acumulación de grasas o lípidos en la sangre, incluyendo el colesterol y los triglicéridos.

Según explica el Ministerio de Salud de Colombia, tener niveles elevados de ambos lípidos pone en riesgo la salud, ya que “pueden poner a las personas en riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca o un derrame cerebral”.

El portal web de la Clínica Baviera explica que tener el colesterol alto por encima de 240 mg/dl puede tener efectos negativos en la salud de los ojos. Esto se debe a que “el ojo, y en concreto la retina, está muy vascularizado, es decir, a su interior llegan arterias y vasos capilares que además son muy estrechos, por lo que cualquier anomalía en la circulación de la sangre, por pequeña que sea, puede afectar en mayor o menor medida a la visión”.

Algunos de las afectaciones que sufre la vista incluyen:

  • Disminución de la calidad de la visión cromática (problemas para diferenciar colores).
  • Bloqueo del flujo sanguíneo a la zona ocular, disminuyendo la oxigenación de los tejidos de as venas y arterias. “Cuando esta obstrucción tiene lugar en los vasos sanguíneos que riegan los ojos se puede producir desde una pérdida temporal de visión (amaurosis fugaz) hasta una pérdida total e irreversible de la vista si la oclusión se produce en la arteria central de la retina”, agrega la Clínica Baviera.

¿Cuál es la diferencia entre triglicéridos y colesterol?

Algunas personas suelen confundir ambos términos o hay quienes creen que se refieren a lo mismo. Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, aclara que ambos son lípidos que circulan en la sangre; sin embargo, son diferentes.

“Los triglicéridos almacenan las calorías no utilizadas y proporcionan energía al cuerpo”; mientras que “el colesterol se utiliza para construir células y ciertas hormonas”, explica la entidad de salud.

¿Por qué es peligroso tener niveles elevados de ambos lípidos?

En primer lugar, es importante señalar que existen diferentes tipos de colesterol. Al realizar un examen de sangre los médicos analizan los siguientes valores:

  • Colesterol total: Cantidad total de colesterol en la sangre. Incluye ambos tipos: El colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL, por su sigla en inglés) y el colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL, por su sigla en inglés)
  • Colesterol malo (LDL): El que se acumula en las arterias y las obstruye
  • Colesterol bueno (HDL): Ayuda a eliminar el colesterol de las arterias
  • No-HDL: Este número es su colesterol total menos su colesterol bueno (HDL). Su colesterol no-HDL incluye el colesterol malo (LDL) y otros tipos de colesterol, como la lipoproteína de muy baja densidad (VLDL)
  • Triglicéridos: Otro tipo de grasa en la sangre que puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca (del corazón), especialmente en mujeres.

Al tener niveles elevados de estas sustancias las arterias pueden endurecerse o engrosarse, desarrollando arteriosclerosis, una enfermedad que puede tener complicaciones como enfermedad de las arterias coronarias, de las arterias carótidas y enfermedad arterial periférica.

De igual forma sucede si se tienen niveles altos de colesterol. Así lo explica la Fundación Española del Corazón: “Si sus niveles en sangre se elevan producen hipercolesterolemia. Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200″.

En caso de tener niveles elevados el doctor suele recetar medicamentos para disminuirlos. No obstante, el paciente debe realizar cambios en su estilo de vida para contribuir naturalmente a este propósito y evitar posteriormente el consumo de estas pastillas.