El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo, pues se necesita para producir hormonas, vitamina D y sustancias que ayudan a digerir los alimentos, de acuerdo con Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que con el colesterol alto es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos y con el tiempo, estos depósitos crecen y hacen que sea más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias. A veces, esos depósitos pueden romperse de repente y formar un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
La entidad también indicó en su portal web que esta enfermedad puede heredarse o puede ser consecuencia de un estilo de vida poco saludable, como por ejemplo, comer muchas grasas dañinas. La grasa saturada se encuentra en algunas carnes, productos lácteos, chocolate, productos horneados y alimentos procesados y fritos.
Otras causas del colesterol alto son el sedentarismo, la falta de ejercicio, fumar, la obesidad, la edad y la diabetes. No obstante, el nivel alto de colesterol no tiene síntomas y la única forma de detectarlo es mediante un análisis de sangre.
Por su parte, la biblioteca de salud señaló que hay muchos tipos de colesterol y los siguientes son los más nombrados:
- Colesterol total: todos los colesteroles combinados.
- Lipoproteína de alta densidad (colesterol HDL); con frecuencia llamado colesterol “bueno”.
- Lipoproteína de baja densidad (colesterol LDL); con frecuencia llamado colesterol “malo”.
Por ende, estos son los niveles de colesterol:
- Deseable: Menos de 200 mg/dL.
- Límite superior del rango normal: Entre 200 y 239 mg/dL.
- Alto: 240 mg/dL o más.
Por ello, si después de un examen se detecta colesterol alto se deben tener precauciones y cuidados para controlarlo; una de las recomendaciones es tener una alimentación saludable y balanceada en la que se incluyan alimentos que ayuden a reducir el colesterol, como son los fríjoles, según un estudio de la Universidad de Harvard que fue citado por El Español.
“De hecho, comer legumbres todos los días puede ser un tratamiento efectivo para quien ya padece estas enfermedades”, señala el estudio citado por el medio español.
Sobre la misma línea, un estudio realizado por un grupo de investigadores del Centro Clínico de Nutrición y Modificación de Factores de Riesgo del Hospital St. Michael de Toronto, Canadá, y publicado en la revista Canadian Medical Association Journal, reveló que consumir una porción al día de frijoles, garbanzos, arvejas o lentejas contribuye a reducir el colesterol malo, además indicó que una porción equivale a 130 g o 3/4 de una taza.
Hay que señalar que según Medline Plus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, las legumbres son ricas en proteína vegetal, fibra, vitaminas del grupo B, hierro, ácido fólico, calcio, potasio, fósforo y zinc.
Asimismo, explicó que las legumbres son similares a la carne en nutrientes, pero con menores niveles de hierro y sin grasas animales. De hecho, las altas proteínas y otros nutrientes en las legumbres las convierten en una excelente opción en lugar de la carne y los productos lácteos, por ello los vegetarianos a menudo sustituyen la carne por legumbres.
“Las legumbres están repletas de nutrientes. Son bajas en calorías, pero hacen sentir llena a la persona. El cuerpo utiliza los carbohidratos en las legumbres lentamente, con el tiempo, proporcionando energía constante para el cuerpo, el cerebro y el sistema nervioso. Consumir más legumbres como parte de una dieta saludable puede ayudar a bajar el azúcar en la sangre, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y otras enfermedades del corazón y riesgos para la diabetes”, explicó la biblioteca.
Sobre la misma línea, indicó que las legumbres pueden agregarse a cualquier comida, para el desayuno, el almuerzo o la cena. Una vez cocidas, se pueden comer calientes o frías.