La salud cardíaca está en riesgo cuando hay niveles altos de colesterol en la sangre. Según explica la Fundación Española del corazón, “está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200. Cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de la arteria y contribuye a su progresivo estrechamiento originando la aterosclerosis”.
Por esto, es pertinente realizar pruebas médicas para observar las cifras de este tipo de grasa. En el caso de los niños y los adultos jóvenes, se deben revisar los niveles de colesterol entre los 9 y 11 años y repetirlas a los 17 y 19. De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la investigación y la educación, los hombres de entre 45 y 65 años y las mujeres de entre 55 y 65 años deben hacerse revisiones cada una o dos años; y las personas mayores de 65, anualmente.
El colesterol alto es una afección silenciosa, es decir, que los pacientes no suelen presentar síntomas. La realización de pruebas de sangre periódicamente es importante para identificar el problema e iniciar un tratamiento oportuno.
Esta es una sustancia cerosa, parecida a la grasa, que se encuentra en todas las células del cuerpo humano. El hígado la produce, pero también se encuentra en muchos alimentos. El colesterol es importante para el funcionamiento óptimo del organismo.
Sin embargo, si hay cantidades altas en la sangre, puede causar graves afectaciones a la salud, debido a que se pueden formar depósitos grasos en los vasos sanguíneos que con el paso del tiempo crecen y su transporte a través de las arterias se hace más difícil por su tamaño. A veces, esos depósitos pueden romperse de repente y formar un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
¿Cómo bajar los niveles de colesterol en la sangre?
El colesterol alto es el resultado de una mala alimentación y en algunos casos, puede heredarse, indica Mayo Clinic. Para su tratamiento, el médico puede recetar medicamentos para disminuir los niveles de este tipo de grasa en la sangre, al igual que realizar actividad física y tener una dieta saludable.
Sobre esa misma línea también se puede recurrir al consumo de suplementos alimentarios que contribuyen a reducir los niveles altos de colesterol en el torrente sanguíneo. Cabe resaltar que es importante consultar un médico para conocer cuál es el adecuado, según sea el caso de cada paciente, pues causan efectos secundarios, destaca la entidad sin ánimo de lucro.
Berberina
Ayuda a disminuir los niveles de colesterol malo y triglicéridos. Sin embargo, en algunas personas puede causar diarrea, estreñimiento, gases, náuseas o vómitos; puede causar daño a los bebés durante el embarazo y la lactancia.
Aceite de pescado
Su sabor es desagradable para muchas personas; además de que causa mal aliento, gases, náuseas, vómitos o diarrea. Puede interactuar con algunos medicamentos anticoagulantes.
Linaza molida
Los efectos secundarios que pueden provocar su consumo son gases, distensión abdominal o diarrea; puede interactuar con algunos medicamentos anticoagulantes.
Ajo
Puede reducir levemente el colesterol, pero los estudios han dado resultados contradictorios. Puede causar mal aliento, mal olor corporal, náuseas, vómitos y gases; puede interactuar con algunos medicamentos anticoagulantes.
Té verde o extracto de té verde
En algunos pacientes, ingerir estas infusiones pueden causar náuseas, vómitos, gases o diarrea; puede interactuar con medicamentos anticoagulantes.
Niacina
Además de bajar el colesterol en la sangre, también disminuye los triglicéridos. Puede causar picazón y rubor, que son más comunes en las dosis más altas, que normalmente se necesitan para tener un efecto en el colesterol.
Estanoles y esteroles vegetales
Ayuda a disminuir el colesterol malo, especialmente, en las personas que tienen hipercolesterolemia familiar. Su consumo puede causar diarrea.