El colesterol es una sustancia cerosa presente en la sangre y necesaria en niveles adecuados para algunas funciones vitales del cuerpo. El organismo necesita de esta para formar células sanas, pero cuando los niveles de este lípido son altos se pueden formar depósitos de grasa en los vasos sanguíneos, lo que puede taponar las arterias e impedir la libre circulación de la sangre.
Esta grasa se produce, en su mayoría, en el órgano interno más grande del cuerpo, el hígado, aunque también se puede obtener de ciertos alimentos. Según la Fundación Española del Corazón, el cuerpo necesita ciertas cantidades de colesterol para funcionar adecuadamente.
Esta sustancia está presente en casi todo el cuerpo, especialmente en la piel, los músculos, el corazón, el sistema nervioso, el hígado y los intestinos. Además, se divide en dos categorías que permiten identificar si se trata de colesterol malo o colesterol bueno, denominados LDL y HDL, respectivamente.
El colesterol bueno ayuda a eliminar otros tipos de esta sustancia del torrente sanguíneo, según explica Mayo Clinic. Cuando los niveles de HDL aumentan se presenta un menor riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca.
Consejos para aumentar los niveles de colesterol bueno
Algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a aumentar los niveles de colesterol bueno en la sangre; entre ellos se encuentran hacer actividad física de manera regular. Se recomienda realizar una rutina diaria de 30 minutos adecuada para la edad y el peso de cada persona. Además, se debe llevar a cabo un plan de alimentación sano y equilibrado que incluya proteínas, carbohidratos en su estado natural, frutas y verduras. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir cinco porciones de fruta al día, intercalándolas con verduras.
Mayo Clinic menciona que las personas que han aumentado sus niveles de HDL por medio de medicamentos no han logrado reducir la tasa de ataques cardíacos a diferencia de las personas que han aumentado los niveles de este lípido de manera natural; sin embargo, hay excepciones a la regla. “Las personas que tienen niveles demasiado altos de HDL de forma natural (superiores a 100 mg/dL [2.5 mmol/L]) parecen tener un riesgo más elevado de enfermedad cardíaca. Esto puede ser causado por factores genéticos”.
Los niveles de colesterol bueno por lo general son más bajos en personas que padecen de obesidad, aumento de la presión arterial y niveles altos de azúcar en la sangre. Realizar actividad física no solo aumentará los niveles de HDL si no que eliminará los niveles elevados triglicéridos que se encuentran en la sangre.
La entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica menciona que los resultados pueden verse si se practican 60 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada por semana. En cuanto a la alimentación el medio sugiere evitar consumir alimentos procesados empaquetados o con un alto contenido de grasa saturadas o trans, ya que estos productos pueden aumentar los niveles de colesterol malo y por ende reducir el colesterol bueno.
Fumar reduce los niveles de HDL, especialmente en las mujeres, y aumenta los niveles de LDL y triglicéridos, por eso se recomienda dejar de hacerlo cuanto antes. La bebidas alcohólicas también influyen en la producción de colesterol bueno se cree el consumo moderado de alcohol está asociado a niveles más altos de colesterol HDL; sin embargo, el medio recomienda que aquellas personas que no consumen estas bebidas no lo hagan con el fin de aumentar el colesterol bueno, ya que si se exceden pueden generar el efecto contrario que es aumentar la presión arterial y los niveles de triglicéridos en la sangre.