Sofía El Khoury, la hermana de la presentadora Carolina Soto, murió accidentalmente en una piscina del Hotel Hilton, en Turquía. Sin embargo, salvó la vida de cuatro niños al donar sus órganos en Israel. “Si la luz de Sofi se iba a apagar que se encendieran las luces de otros niños. Nos plantearon esa opción y no tuvimos ni que pensarlo, sabemos que dentro de los órganos donados están el corazón y el higado”, aseguró Carolina Soto. El doloroso episodio de la muerte de su pequeña hermana se convirtió en el motor para ayudar a que la vida de otras personas se salven, Carolina está apoyando campañas a favor de la donación de órganos. Una de ellas es Tejidos por la Vida, una campaña autorizada por la Red Nacional de Donación y Trasplantes, y Secretaría de Salud de Antioquia que muestra historias como la de Doña Gloria (video) a quien le cambió la vida después de recibir un transplante de tejido arterial, para incentivar a otras personas a que donen. Así como Sofía el piloto de la IndyCar Justin Wilson que falleció tras un accidente en la carrera de Pocono, salvó la vida de seis personas al donar sus órganos. En el anonimato queda la identidad de la familia de quien dona, sin embargo, la persona que recibe el trasplante tiene una segunda oportunidad y agradece ese gesto. Rodolfo Cuervo después de once años en diálisis y casi un década de espera recibió un transplante de riñón en el 2014. “Por tanta tramitología en algunos momentos dude de poder recibir el transplante, pero siempre guardé la fe”, comentó Cuervo. Para Rodolfo su vida cambió después del trasplante, pudo integrarse nuevamente a la sociedad, volver a trabajar, hacer ejercicio y abandonar la diálisis. ¿Qué está pasando con la donación de órganos en Colombia? En el 2014 aumentó en un 24% el número de pacientes que esperan un trasplante de órganos con respecto al año anterior, llegando a 2.179. Según el Instituto Nacional de Salud (INS) 72 personas perdieron su vida esperando un trasplante. El país se destaca en la lista de los mayores donantes de corazón en latinoamérca. Sin embargo, según el Sistema Nacional de Información en Donación y Transplantes los transplantes de corazón realizados en el 2014 solo representan el 6.8% en el país. Donar órganos en Colombia es una elección, en caso de que la persona en vida no autorice el procedimiento la decisión quedará a cargo de la familia. Salvo en caso de muerte cerebral habrá presunción legal de la donación siempre y cuando dentro de las seis horas siguientes a la muerte no se oponga la familia. Convencer a una familia que atraviesa el duelo de la muerte de un ser querido de donar los órganos a desconocidos no es tarea fácil. En los últimos dos años casi el 40% de los familiares se han negado, según el último informe del INS. El Grupo de Trasplante de Órganos y Tejidos Humanos de la Universidad Nacional realizó un estudio en el que se evidencia que la mayoría de las personas están de acuerdo con la donación (90.6%), pero que se niegan a aceptar que la muerte cerebral sea irreversible, por tanto no autorizarían que se donarán los órganos de su ser querido. El estudio permite entender la baja tasa de donación de órganos de las personas diagnosticadas con muerte cerebral. En el 2013 y 2014 solo se autorizaron en dos casos. Esto prodría cambiar, en el Congreso han aprobado la segunda ponencia del proyecto que ley 091 de 2014 que busca que todas las personas donen sus órganos cuando mueran a menos que declaren en vida que no lo quieren hacer. De llegar a ser aprobado se agravarían las sanciones por tráfico de órganos y se prohibiría el transplante a extrangeros no residentes en el país. Además, se crearía una Comisión Intersectorial de Calidad que vigilaría los resultados y actualizaría la reglamentación. El representante Rodrigo Lara (Cambio Radical) es el ponente del proyecto de ley y habló con Semana.com sobre la iniciativa. Semana.com: ¿En qué cambiaría la donación de órganos si se aprueba el proyecto de ley? Rodrigo Lara: Quiere decir que tu voluntad de donación se perfecciona en el momento de tu muerte, a menos que declares en vida lo contrario, tienes como dice un amigo sacerdote “toda una vida para decir que no quieres ser donante”. Lo que ocurre es que aquí en Colombia hay una posibilidad de que las familias se opongan y esta oposición de los familiares aumenta año tras año. Semana.com: ¿Al quitarle la posibilidad a la familia de que se oponga no se vunera ningún derecho? R. L.: Yo creo que si las personas que mueren pudieran regresar del más allá les dirían a sus familias que por favor no se opongan. Esa es una decisión individual, en una sociedad liberal y moderna la voluntad es individual, difícil es entender que llegue una persona, así sea familiar, y desconozca esa voluntad. Semana.com: ¿Cómo declararía una persona en vida que no quiere ser donante? R. L.: Yo soy amigo de dejar que el Gobierno lo reglamente, pero basicamente es por cualquier documento privado, sin mayor formalismo donde dices que no quieres ser donante. Esto no requiere ni de escritura pública ni nada por el estilo. Semana.com: ¿Cuál sería el impacto de que todos los colombianos tuvieran presunción de donantes? R. L.: Aumentaría en un 40% las vidas que se salvarían. Colombia tiene una de las tasas de donación más bajitas del continente. Hoy en día se están perdiendo hasta el 80% de los órganos en regiones como la Costa Caribe porque existe una oposición casi irreflexiba, la oposición de un tercero que desconoce la voluntad de la persona que murió.