El colon, también llamado intestino grueso, es parte del sistema digestivo y su función principal es absorber agua y almacenar desechos sólidos provenientes de los alimentos parcialmente digeridos. El material restante, los residuos sólidos llamados heces, se mueven a través del colon, se almacenan en el recto y luego salen del cuerpo por el ano, según precisa el Instituto Nacional del Cáncer, de Estados Unidos.
Es frecuente que el colon se inflame o irrite. Cuando esto sucede, los signos y síntomas incluyen cólicos, dolor abdominal, hinchazón abdominal, gases y diarrea o estreñimiento.
A esta afección se le denomina síndrome de colon irritable y para muchas personas se convierte en un trastorno crónico que se tiene que controlar a largo plazo. La mayoría de veces se logra con cambios en la dieta, el estilo de vida y en el nivel de estrés. Los síntomas más graves se pueden tratar con medicamentos y asesoraría por parte de un especialista, indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Los especialistas aseguran que es importante consultar al médico si la persona presenta un cambio persistente en los hábitos intestinales u otros signos o síntomas del síndrome de colon irritable, pues pueden indicar una afección más grave, como cáncer.
Las señales más complejas, según el instituto de investigaciones clínicas, Mayo Clinic, incluyen: pérdida de peso, diarrea nocturna, sangrado rectal, anemia por deficiencia de hierro, vómitos inexplicables, dificultad para tragar y dolor persistente que no se alivia al expulsar gases o al defecar.
Si bien se trata de un padecimiento que puede ser crónico y que en muchas oportunidades requiere de tratamiento médico especializado; también existen algunos remedios naturales que pueden ayudar a mejorar la condición o aliviar la molestia. Sin embargo, llevar una dieta equilibrada y saludable es una de las mejores fórmulas para hacerle frente a este padecimiento. Estas son algunas alternativas naturales.
Té de jengibre
Esta raíz es conocida por ser un antiflamatorio natural, que favorece la digestión, mejora el tránsito intestinal y reduce la pesadez estomacal. Por eso, es una buena opción para realizar infusiones para el colon irritable.
Para elaborar esta bebida se hierve un trozo de jengibre fresco con agua y se obtiene el jugo del jengibre. Por otro lado, se calientan dos tazas de agua y se agrega una cucharada de zumo de jengibre con un cuarto de la taza de zumo de limón. Se divide la mezcla y se bebe en dos o tres tomas a lo largo del día.
Linaza, papaya y sábila
Para elaborarla, se requiere de un vaso de agua, dos rodajas de papaya, una cucharada de semillas de linaza, dos cucharadas de cristales de sábila y una cucharadita de gelatina sin sabor.
Para prepararla, se incorpora una cucharada de semillas de linaza en un vaso de agua y se deja reposar toda la noche. Luego de obtener una bebida espesa y gelatinosa, se bate en la licuadora con la papaya, la sábila y la gelatina y estará lista para consumir.
Zumo de manzana
Es una bebida que ayuda a desintoxicar y combatir el estreñimiento, debido al contenido de fibra de la manzana. Esta es una fruta que cuenta con propiedades antioxidantes y, por eso, se recomienda su consumo para asegurar el buen funcionamiento del organismo.
Se requiere de una manzana verde, un vaso de agua, una cucharadita de miel y opcional, una cucharada de linaza o avena. El portal Mejor con Salud indica que para preparar esta bebida se lavan los ingredientes, se pela la manzana y desechan las semillas. Se trocea para facilitar el proceso y se añade a la licuadora, junto con la linaza, la miel y el agua. Se procesan todos lo ingredientes hasta conseguir una mezcla homogénea y queda listo el zumo para consumir.
Apio y zanahoria
Un estudio publicado en la revista Food and Nutrition Sciences asegura que la zanahoria aporta vitaminas, minerales, polifenoles y betacarotenos. Por otra parte, tiene propiedades antioxidantes, al igual que el apio.
Se utilizan de cuatro a cinco tallos de apio, una zanahoria mediana, un puñado de espinacas, tres ramas medianas de perejil y opcional una manzana verde. Se lavan y pican los ingredientes y se adicionan a la licuadora con la cantidad de agua que la persona desee, se procesa todo y luego se consume con moderación antes del desayuno. Si no se quiere manzana, en cambio se le puede adicionar aguacate.