El síndrome del intestino irritable es un problema que afecta al intestino grueso y puede causar cólicos abdominales, distensión y cambios en los hábitos intestinales, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó en su portal web que se desconoce la causa precisa del síndrome de colon irritable, pero los factores que influyen son los siguientes:
- Contracciones musculares en el intestino. Las paredes de los intestinos están revestidas con capas de músculo que se contraen a medida que mueven los alimentos a través del tracto digestivo. Las contracciones que son más fuertes y duran más de lo normal pueden causar gases, hinchazón y diarrea, mientras que las contracciones intestinales débiles pueden ralentizar el paso de los alimentos y provocar heces duras y secas.
- Sistema nervioso. Las anomalías en los nervios del sistema digestivo pueden hacer que se experimente un malestar mayor que lo normal cuando el abdomen se estira debido a los gases o las heces. Las señales mal coordinadas entre el cerebro y los intestinos pueden hacer que el cuerpo reaccione de forma exagerada a los cambios que normalmente ocurren en el proceso digestivo, lo que causa dolor, diarrea o estreñimiento.
- Infección grave. El síndrome de colon irritable puede aparecer después de un episodio grave de diarrea (gastroenteritis) causada por bacterias o virus. El síndrome de colon irritable también podría estar asociado con un exceso de bacterias en los intestinos (sobrecrecimiento bacteriano).
- Estrés a temprana edad. Las personas expuestas a eventos estresantes, especialmente en la infancia, tienden a tener más síntomas de síndrome de colon irritable.
- Cambios en los microbios intestinales. Los ejemplos incluyen cambios en bacterias, hongos y virus que normalmente residen en los intestinos y juegan un papel clave en la salud. Las investigaciones indican que los microbios en las personas con síndrome de colon irritable puede diferir de los microbios en las personas sanas.
Así las cosas, si una persona padece la afección, debe tener una alimentación guiada y una recomendación del diario español Mundo Deportivo es ingerir manzanas, ya que cada 100 gramos de manzana, 2,4 son pura fibra, lo cual es beneficioso para la salud, pues esta se encarga de regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.
Además, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde explicó que “la manzana contiene celulosa, hemicelulosa, ligninas y pectinas, fibras que aumentan la absorción de agua en el intestino, ayudando a la formación de las heces y su eliminación, mejorando los problemas de estreñimiento”
Asimismo, agregó en su portal que “esta fruta contiene pectina, una fibra prebiótica que sirve de alimento a las bacterias benéficas del intestino, siendo necesarias para mantener la salud intestinal y fortalecer el sistema inmunológico”.
Sobre su consumo, señaló que “la manzana es una fruta con un sabor que varía entre dulce y ácido y puede ser consumida al natural, preferentemente con su cáscara, durante el desayuno, como postre o entre medio de las comidas”.
Información nutricional por 150 gramos de manzana con cáscara
Energía: 96 calorías
- Proteínas: 0,3 g
- Grasas: 0,75 g
- Carbohidratos: 20,1 g
- Fibras: 3,1 g
- Vitamina A: 6 mcg
- Carotenoides: 39 mcg
- Vitamina E: 0,8 mg
- Vitamina C: 10,5 mg
- Potasio: 210 mg
De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.