Practicar algún deporte o realizar actividad física de manera frecuente, está entre las recomendaciones dadas por los especialistas para prolongar el tiempo de vida y evitar el surgimiento de enfermedades a corto, mediado y largo plazo.

Se dice que, como mínimo, una persona en edad adulta debe practicar 30 minutos de actividad física a diario; sin embargo, en medio del anhelo por alcanzar este objetivo, rondan un sinfín de mitos acerca del tiempo, la constancia y el tipo de ejercicios más propicios para la salud; es por esto que Luis Cervantes, entrenador personal certificado y cofundador de Fuego Fitness en Los Ángeles, intenta desmentir los mitos más comunes a la hora de querer implementar el ejercicio en la vida diaria.

Mitos que rondan alrededor de la actividad física o práctica deportiva

  • Ejercicio intenso todos los días: estar activos, durante el día es indispensable para cuidar la salud de los músculos del cuerpo, con el fin de evitar su desgaste con el paso de los años; sin embargo, el descanso también juega un papel importante en la salud y en la regeneración de esos músculos y otros órganos del cuerpo. Por eso, si una persona se está acostando, tarde o levantando a la madrugada para hacer ejercicio, el especialista recomienda dormir media hora más y hacer ejercicio durante 30 minutos si antes se hacía durante una hora. El punto es que la persona garantice como mínimo sus siete horas de suelo continúas durante la noche.
  • Entrenamientos extensos: “la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) recomienda hacer al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado o 75 minutos de ejercicio aeróbico vigoroso por semana, más al menos dos días de entrenamiento de fuerza de moderado a intenso”. Un entrenamiento intenso puede traer complicaciones para la salud del corazón; por eso, se dice que menos es más, una rutina continúa de 30 a 40 minutos puede ser más eficiente que estar dos horas consecutivas levantando pesas.
La actividad física tiene múltiples beneficios para el organismo. | Foto: Thomas M. Barwick INC | Getty Images
  • Comer 30 minutos después del ejercicio: esta recomendación es muy sonada dentro del mundo deportivo. “El cuerpo es realmente vulnerable y absorbe los nutrientes como una esponja. La ventana de 30 minutos es ideal, pero en realidad es de 30 a 90 minutos”, dijo Lauren Cornell, nutricionista y fundadora de Lauren Cornell Nutrition en Los Ángeles, California. Otros profesionales en el tema indican que esta sugerencia varía, es decir, una persona que está baja de peso y desea ganar masa muscular puede ingerir alimentos una vez termine su entrenamiento; sin embargo, las personas que están en busca de disminuir su peso, deben hacerlo de 30 a 60 minutos después.
  • El entrenamiento de fuerza aumenta el volumen corporal: algunas mujeres evitan cargar pesas, ya que creen que su cuerpo se volverá igual al de un hombre, y esto no es cierto, puesto que depende de la cantidad de peso que carguen; además, este tipo de ejercicios son fundamentales para trabajar la fuerza y evitar el desprendimiento de la piel en algunas zonas, sobre todo después de los 40 años de edad. “Al agregar pesas a la rutina, se puede disfrutar de los beneficios de desarrollar músculo magro y quemar grasa. Además, los estudios científicos también han demostrado que el entrenamiento de resistencia puede ayudar a preservar la masa ósea, lo que puede ayudar a prevenir la osteoporosis”.