A diario las personas buscan dietas rápidas para perder peso. Lo cierto es que hacer modificaciones en la alimentación y cambiar hábitos es lo más indicado, y eso no sucede de la noche a la mañana.
Además, se debe tener una alimentación balanceada y saludable que incluya frutas, verduras, proteínas, grasas, carbohidratos y todos los nutrientes que el cuerpo necesita. Sin embargo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.
Así mismo, la alimentación debe estar acompañada de actividad física. Entre las más indicadas están: caminar, montar en bicicleta o correr. Todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad. Las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes. Lo vital es que se tenga un gasto energético.
Dicho lo anterior, un alimento recomendado para incluir en la dieta es el queso, ya que el portal Salud 180 citó un estudio que fue publicado en el European Journal of Nutrition y el cual “revela que comer queso adelgaza”, pues según la investigación, este alimento es rico en una sustancia que se llama el butirato, presente en el queso y la mantequilla, y que ayudaría en la dieta, porque disminuye los triglicéridos y mejora la resistencia a la insulina.
También le puede interesar:
Además de este hallazgo, es importante resaltar que el queso tiene otros beneficios para la salud. Por ejemplo, contiene todos los aminoácidos necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo. Es una buena fuente de calcio, el cual es importante para los huesos, dientes y ayuda a que la sangre circule a través de los vasos sanguíneos por todo el cuerpo y a liberar hormonas y enzimas que influyen casi todas las funciones del cuerpo.
De igual forma, es ideal para el cuidado de la salud bucal, ya que reduce la placa bacteriana, tiene propiedades para regular el pH del interior de la cavidad bucal e incrementa la producción de saliva y con esto se fomenta la eliminación de microorganismos que afectan la salud bucal.
Sobre la misma línea, el queso es bueno para fortalecer el sistema inmunológico, puesto que aumenta las defensas. Igualmente, es ideal para que la piel luzca resplandeciente por su alto contenido de Vitamina B.
Antes de consumir cualquier alimento, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
En la variedad...
Existen diferentes tipos de queso. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), los quesos se obtienen mediante la coagulación de la proteína de la leche (caseína), que se separa del suero. Además, pueden ser duros, semiduros, blandos madurados o no madurados:
- Queso sometido a maduración: Es el queso que no está listo para el consumo poco después de la fabricación, sino que debe mantenerse durante cierto tiempo a una temperatura y en unas condiciones tales que se produzcan los cambios bioquímicos y físicos necesarios y característicos del queso en cuestión.
- Queso madurado por mohos: Es un queso curado en el que la maduración se ha producido principalmente como consecuencia del desarrollo característico de mohos por todo el interior y/o sobre la superficie del queso.
- Queso sin madurar: Es el queso que está listo para el consumo poco después de su fabricación.
- Queso de suero: Son productos sólidos, semisólidos o blandos obtenidos principalmente por medio de uno de los siguientes procesos: (1) la concentración de suero y el moldeo del suero concentrado; (2) la coagulación térmica del suero con la adición de ácido o sin ella.