El metabolismo es un conjunto de procesos físicos y químicos que se dan en las células y se encargan de convertir los nutrientes de los alimentos en la energía necesaria para que el cuerpo cumpla con sus funciones vitales.
Estas funciones incluyen la respiración, circulación sanguínea, regulación de la temperatura corporal, contracción muscular, digestión de alimentos y nutrientes, eliminación de los desechos a través de la orina y de las heces y funcionamiento del cerebro y los nervios, según precisa la biblioteca médica MedlinePlus.
El metabolismo es un proceso constante que empieza en el momento de la concepción y termina cuando la persona fallece. Cuando se vuelve lento, es probable que la persona tienda a aumentar de peso fácilmente, se sienta cansada e, inclusive, tenga algunos problemas digestivos.
Un estudio publicado en la revista Science indica que, durante los primeros meses de vida, el metabolismo es tan eficiente que un niño de un año llega a quemar calorías 50 % más rápido que un adulto. Sin embargo, después se ralentiza 3 % cada año hasta que la persona llega a los 20 años y en esa etapa de la vida se estabiliza.
Para que el metabolismo se mantenga activo y no se ralentice existen algunas recomendaciones que pueden tenerse en cuenta.
Aumentar la masa muscular: Según MedlinePlus, el músculo quema más calorías que la grasa, lo que quiere decir que formar más músculos estimulará el metabolismo, aunque en pequeñas cantidades. La recomendación es levantar pesas para conseguir músculos y huesos más fuertes e incorporar entrenamiento de fuerza como parte de un programa de ejercicios bien redondeado que incluya actividades que pongan a latir al corazón, indica la mencionada fuente. Pero adicionalmente es necesario consumir una dieta saludable y porciones más pequeñas.
Alimentos indicados: Si bien consumir alimentos como el té verde, la cafeína y chiles (ajíes) picantes no ayudará a bajar mucho de peso; lo que sí hace es estimular el metabolismo. Sin embargo, es importante tener claro que esto no hará la diferencia en el peso si no se consumen en el marco de una dieta saludable y ejercicio regular.
No saltarse el desayuno: El desayuno aporta energía para afrontar el día y, además, acelera el metabolismo. Algunos estudios indican que saltarse esta comida está relacionado con un mayor riesgo de obesidad, asegura el portal Men´s Health.
Barbara Rolls, autora del libro The Volumetrics Weight-Control Plan, asegura que el organismo se ralentiza mientras la persona duerme y no vuelve a acelerarse hasta que come algo, por ello, para aumentar el metabolismo es importante desayunar, aunque basta con ingerir unas 300 a 400 calorías.
Grasa moderada: El consumo de grasa es esencial para el organismo, pero se debe consumir con moderación. Según una investigación de científicos italianos que fue publicada en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism se queman más calorías tomando alimentos pobres en grasa.
“Los alimentos ricos en grasa tienen más calorías, y otros macronutrientes como los carbohidratos producen una mayor termogénesis, es decir, que utilizan más calorías para quemar los alimentos. La termogénesis de las grasas es de un 3 %, mientras la de los carbohidratos es de 7 %”, precisa un artículo publicado en el portal Psicología y Mente.
Beber más agua: Consumir 1,5 litros de agua fría al día puede ayudar a quemar más calorías. La temperatura es importante, ya que el trabajo que debe realizar el organismo para calentar esa cantidad de líquido ayuda a acelerar el metabolismo, precisa una publicación del portal Mujer Hoy.
Comer porciones pequeñas. Ingerir porciones pequeñas, repartidas varias veces durante el día, es lo ideal, según ARRP, organización estadounidense que atiende a personas mayores de 50 años. “Aquellas personas que no toman desayuno, que pasan períodos largos de ayuno y las que entran en dietas estrictas engañan a su sistema de energía haciéndole creer que están en período de hambruna, por lo que el metabolismo disminuye para conservar energía”, precisa.
Comer más proteínas: Consumir mayor cantidad de proteínas ayuda a acelerar el metabolismo porque para procesarlas el cuerpo consume más calorías. Carnes blancas, pescado y vegetales como la soya y la quinua son buenas opciones.