Las personas creen que la cafeína solo está presente en el café, pero no es así. Está presente naturalmente en más de 60 plantas como granos de café, hojas de té y vainas de cacao, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

También hay que recordar que existe la cafeína sintética, la cual es creada por el hombre. Esta se utiliza para añadirla a algunos medicamentos, alimentos o bebidas (específicamente, las energéticas).

Medline Plus menciona los diferentes beneficios de la cafeína en el cuerpo humano:

  • Estimula el sistema nervioso central, lo que puede hacer que usted se sienta más despierto y le dará un impulso de energía.
  • Es un diurético, lo que significa que ayuda al cuerpo a deshacerse de agua y sal extra al orinar más.
  • Aumenta la liberación de ácido en el estómago, lo que a veces conduce a malestar estomacal o acidez.
  • Puede interferir con la absorción de calcio en el cuerpo.
  • Aumenta la presión arterial.

El consumo de esta sustancia para realizar actividad física también tiene efectos en el organismo. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) señalan algunos de los posibles efectos del café en la actividad deportiva:

  • “Mejora la capacidad de alerta y la concentración, y disminuye el tiempo de reacción.
  • Disminuye el cansancio y mejora la tolerancia al esfuerzo.
  • Potencia los efectos de las catecolaminas a nivel cardiovascular.
  • Es diurético (a corto plazo: 2–3 h)”.

Sobre esa misma línea, los expertos de los NIH señalan que el consumo de café relacionado con la actividad física está asociado con la prevención de enfermedades. “Podemos encontrar un posible beneficio en la ayuda al control del peso corporal, ya que a nivel periférico tiene un efecto inhibidor de la fosfodiesterasa y como consecuencia aumenta el adenosín monofosfato cíclico (AMPc), lo que se traduce en una mayor lipólisis o movilización de grasa a partir del tejido adiposo”.

De acuerdo con estos institutos, el consumo de café una o dos horas antes y durante el esfuerzo o ejercicio puede tener un efecto añadido de incrementar la movilización de ácidos grasos a la circulación.

El consumo de esta bebida es frecuente en deportes de larga duración “en los que la mayor disponibilidad de lípidos como combustible representa una manera de ahorrar las reservas del glucógeno muscular que pueden agotarse y ser una limitación para la continuación del esfuerzo. No obstante, la respuesta es individual y en algunos sujetos muy leve y de corta duración, y puede a veces minimizarse o reducirse hasta en un 30 % después de unos días de habituación al consumo de cafeína”, detallan los NIH.

La Administración de Alimentos (FDA, en inglés) de Estados Unidos explica que la cantidad de cafeína recomendable al día son 400 miligramos, que equivalen a cuatro tazas de café. Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que si se tiene alguna condición médica, se recomienda consultar al médico para conocer cuánto es saludable según cada caso.

Por ejemplo, si se desea regular el consumo de cafeína y disminuir el riesgo de presión alta, lo máximo que se debe ingerir son 200 miligramos al día, que significan dos tazas de café (8 onzas), explica Mayo Clinic.

Con respecto al consumo de cafeína para los niños, la Academia Americana de Pediatría recomienda no hacerlo y tampoco ingerir otro tipo de estimulantes. Sobre la cafeína en polvo o líquido, una sola cucharada pequeña equivale a 28 tazas de café. Por esto, su consumo puede ser peligroso para la salud de las personas, incluso poner en riesgo su vida.