La diabetes es una enfermedad crónica predominante en todo el mundo en la población adulta, no obstante, uno de sus aspectos menos conocidos es el vínculo entre esta enfermedad y la alopecia.
Durante el transcurso de esta enfermedad, uno de los síntomas que suelen producirse con más frecuencia es la caída del cabello.
La caída del cabello puede generarse por el desequilibrio hormonal que produce la diabetes y que afecta a los principales sistemas del cuerpo humano, como el circulatorio o el nervioso, ligados al crecimiento del pelo.
Asimismo, la diabetes suele conllevar que el paciente posea una mala circulación sanguínea, ralentizándose el crecimiento de los folículos pilosos, que necesitan del torrente sanguíneo, con el fin de estimular el crecimiento del cabello, según varios estudios.
“Podemos decir que este desajuste hormonal lleva a que se obstruyan los capilares responsables de la revitalización del pelo, provocando una afectación debida a muchos factores, que van desde un retraso en las fases de crecimiento del folículo, hasta alteraciones en la microcirculación”, explica el doctor Carlos Gómez, director médico de Hospital Capilar.
Además, agrega que “así, mientras que el cabello de una persona sana crece unos dos centímetros al mes, la diabetes puede ocasionar que se interrumpan los ciclos de crecimiento capilar, ya que, al no existir una buena circulación sanguínea, los folículos pilosos pasan más tiempo en fase de reposo, sin ser reemplazados a la misma velocidad que se caen”.
Problemas en el azúcar y pérdida capilar
Esta caída de cabello producida por la diabetes, que afecta por igual a hombres y mujeres, también tienen un vínculo directo con el sistema inmune del paciente, que está más propenso a tener infecciones bacterianas y fúngicas en el cuero cabelludo, lo cual puede interrumpir el proceso del crecimiento capilar.
De igual manera, expertos indican que el cuero cabelludo, al igual que el resto de piel, puede sufrir alteraciones al tener un aporte excesivo de azúcares, y al mantener elevados estos niveles, el cuerpo comienza a sufrir una deshidratación, lo que influye en la calidad del cabello.
Asimismo, cuando los niveles de azúcar en la sangre son altos o bajos, el organismo prioriza otras funciones antes que el crecimiento del cabello, dejando de ofrecer a los folículos pilosos.
Es por eso que el doctor Gómez, indica que “es esencial controlar adecuadamente estos niveles de azúcar, ya que será la principal vía que nos ayude a que no se retrase el crecimiento del cabello”.
Dieta saludable y ejercicio constante
Para mantener controlada esta enfermedad y contrarrestar los efectos que conllevan, se recomienda seguir los tratamientos adecuados, así como tener una vida activa mediante la práctica del ejercicio constante, el cual favorecerá el riego sanguíneo y beneficiará a que el cabello crezca con más fuerza.
Sin embargo, en los casos en los que una persona tiene una diabetes muy avanzada es recomendable que evite los deportes de impacto, debido a que en la enfermedad avanzada, se altera la sensibilidad y la persona puede hacerse heridas y no percibirlas.
De igual forma, se recomienda llevar una dieta sana y equilibrada, evitar los excesos de hidratos de carbono y fomentar el consumo de frutas y verduras, lo que permitirá a mantener equilibrada los niveles de azúcar, minimizando de esa forma la caída del cabello.
“Aunque no hay ningún alimento en particular que ayude a frenar la caída capilar a causa de la diabetes, lo que si ayuda a paliar sus efectos es evitar el consumo en general de alimentos que contengan azúcar en exceso”, explica Gómez.
Finalmente, se aconseja acudir a un médico especialista que brinde una valoración adecuada y ayude a descartar otros factores que puedan influir en la caída del cabello.