El cuidado del sistema circulatorio y sus funciones es uno de los elementos más importantes a la hora de hablar del bienestar del cuerpo humano, este es un pilar necesario a la hora de proteger al organismo, ya que solo de esta manera se podrá evitar afectaciones y enfermedades a futuro que pongan en riesgo el desarrollo de la vida humana.
Para que las funciones cardiovasculares se puedan presentar de manera adecuada, y en una tónica de bienestar general, es necesario incurrir en ciertos cuidados puntuales, especialmente para evitar daños en las cavidades cardíacas, como por ejemplo, las venas, las arterias y los vasos, ya que solo de esta manera, se puede prevenir la obstrucción del paso sanguíneo.
Sin embargo, uno de los elementos que pueden causar mayores daños al bienestar de este tipo de componentes, es una mala alimentación, en especial si el consumo de alimentos altos en grasas saturadas, o azúcares añadidos, forman parte de la dieta cotidiana del ser humano.
Un consumo excesivo de estos compuestos mencionados, puede llegar a generar niveles disparados de glucosa, colesterol o triglicéridos en la sangre, sustancias que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes, o, por otro lado, adherirse a los tejidos arteriales, aumentando el riesgo de sufrir de accidentes cardiovasculares.
Es por esto, que se hace de gran necesidad poder analizar los distintos efectos generados dentro del cuerpo humano, a partir del consumo de ciertos alimentos, ya que solo de esta manera, se podrá conocer si se está realizando una ingesta saludable, o si, por el contrario, los elementos que forman parte de la dieta diaria, están dando paso a impactos contraproducentes para la salud.
A partir de esto, es importante mencionar que las recomendaciones más comunes, suelen basarse en el consumo de frutas o verduras, gracias a la gran cantidad de vitaminas, nutrientes y minerales que estos grupos alimenticios aportan al cuerpo humano, sin embargo, es necesario tener en cuenta los efectos de algunos de estos elementos para el organismo, ya que la respuesta por parte de este, varía según cada ser humano.
Es por esto que se hace de gran relevancia poder analizar los impactos de la ingesta de ciertos alimentos de estos grupos, como será en este caso con la guayaba, una fruta de uso común a partir de su jugo, pero que también puede ser consumida de manera directa por el ser humano.
Esta fruta en su aporte nutricional, según explica el sitio web del Gobierno de México, permite aportes cruciales para las vitaminas de grupos A, C, E y D12, además de sus minerales como el hierro, el cobre, el calcio, el magnesio, el potasio, el fósforo o el manganeso. Sin embargo, dos de los elementos más claves presentes en esta fruta, son su gran cantidad de agua, y la fibra con la que cuenta principalmente.
Esto permite que el cuerpo humano pueda combatir ciertas afectaciones de carácter digestivo, como el estreñimiento, sin embargo, la fibra también permite controlar los niveles de colesterol en la sangre, manteniendo estos a raya, para así evitar las afectaciones previamente mencionadas.
Estas propiedades pueden ser aprovechadas a partir de ciertas preparaciones, como por ejemplo, el jugo de guayaba con pepino, dos elementos que, en conjunción, pueden combatir el exceso de colesterol en sangre de forma natural, como lo explica el portal, Mejor Con Salud.
Para esta receta se requiere medio pepino, 2 guayabas, y medio vaso de agua. En primer lugar, se deberá lavar el pepino, y cortarlo en trozos pequeños, sin pelarlo, para posteriormente extraer la pulpa de las guayabas que a preferencia deben estar maduras, una vez se realicen estos procesos, se pueden juntar ambos elementos en la licuadora, para obtener una mezcla que servirá para el consumo.