Las emociones tienen más efectos sobre la salud de lo que a veces se piensa, tanto que la ira, el estrés, el amor y la alegría pueden sentirse en distintas partes del cuerpo, por la forma en que interactúan las hormonas cuando se presentan.

De hecho, las consecuencias del estrés en el organismo han sido ampliamente estudiadas por los psicólogos y especialistas en salud, quienes han demostrado que esta condición emocional puede alterar el bienestar físico de los individuos.

Las preocupaciones financieras, por el trabajo, las cuestiones del hogar, así como las coyunturas que afectan a la sociedad en general (como la pandemia del coronavirus) son apenas algunos de los asuntos que pueden causar estrés en las personas.

Una de las respuestas que produce el cuerpo ante el estrés es la contracción muscular continúa, la cual puede provocar una tensión muscular.

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¿Por qué se presenta la tensión muscular?

Los especialistas de Top Doctors, en España, señalan que pese a que la tensión muscular no se considera como una patología, sí puede afectar la calidad de vida de las personas. Se trata de una condición en la que los músculos están rígidos a causa de una contracción continúa.

Es más común que se presente en el cuello, la región lumbar, las piernas, el útero y el trapecio; sin embargo, puede generar molestias en cualquier músculo. Entre los síntomas más frecuenten, resaltan los expertos, se encuentran:

  • Nódulos o protuberancias perceptibles al tacto
  • Calambres en las piernas
  • Mareos
  • Ansiedad
  • Dolor de cabeza
  • Molestias en las zonas afectadas

Hay múltiples causas que pueden provocar la rigidez muscular, como la actividad física extrema, mantener malas posturas por mucho tiempo, déficit de algunas vitaminas como el potasio, la deshidratación y los problemas circulatorios. No obstante, una de las razones principales por las que ocurre esta molestia es el estrés.

“Actualmente sabemos que las secuelas de los estados estresantes continuados no se limitan al plano emocional, sino que también se producen a nivel físico”, subraya Montserrat Ruiz-Olivares, secretaria general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, consultada por el portal de salud Cuídate Plus.

¿Cómo tratar la tensión muscular por estrés?

Según la doctora Ruiz-Olivares, citada por Cuídate Plus, todo inicia por la prevención. Así pues, explica, llevar un estilo de vida saludable, realizar actividad física y mejorar las habilidades emocionales, para procesar las circunstancias complejas y responder de manera adecuada ante factores estresantes, son algunas de las estrategias para evitar llegar al punto de la tensión muscular.

De hecho, las técnicas de relajación son grandes aliadas para aprender a procesar las emociones. No obstante, cuando el estrés es prolongado y altera la cotidianidad de las personas, se aconseja acudir a los especialistas para recibir las indicaciones precisas para poder manejarlo.

Otras actividades como el ejercicio y las pausas activas pueden ayudar a despejar la mente de las preocupaciones, desconectarse del trabajo por un momento y combatir el sedentarismo, que también puede provocar molestias musculares.

Para tratar la tensión muscular una vez se presenta, indica la especialista, algunos ejercicios pueden ayudar a aliviar las tensiones de los músculos.

Los ejercicios respiratorios, por ejemplo, estimulan el sistema nervioso parasimpático, el polo opuesto del simpático que se sobreactiva en momentos de estrés, según indica la experta. Se aconseja acostarse boca arriba, también se puede realizar sentado, y llevar las manos al abdomen. Esta práctica consiste en realizar inspiraciones lentas y profundas de forma que se eleve el abdomen y luego expulsar el aire por la boca.

Otro ejercicio sencillo es abrir y cerrar la boca lentamente, de manera repetitiva; apretar y relajar la mandíbula, moverla hacia los lados. De esta manera se puede estimular la mandíbula. Para la cara, puede levantar las cejas, fruncir el ceño y relajarlo, y abrir y cerrar los ojos varias veces.

Algunos estiramientos también pueden favorecer el alivio de la tensión, como realizar retracciones cervicales estirando la columna vertebral, elevar y bajar los hombros, así como ejercicios para la espalda: uno fácil de hacer consiste en sentarse sobre los talones, flexionar el tronco hacia delante sin levantar la cola de los talones y llevar los brazos hacia delante lo más que se pueda.