Las personas acuden al gimnasio persiguiendo múltiples objetivos. Mientras que algunas se enfocan en mejorar su rendimiento físico, otras se concentran en moldear un cuerpo más tonificado y atlético.
Por supuesto, a nivel general, el ejercicio contribuye con importantes beneficios para la salud del ser humano. En ese sentido, así los resultados superficiales no sean tan notorios, internamente ya habrá cambios más trascendentales.
Ahora bien, el concepto básico para aumentar el volumen de una manera saludable aborda la ganancia de masa muscular, al mismo tiempo que se busca una capa de grasa mínima, más no inexistente.
Mantener un porcentaje de grasa relativamente bajo ayuda a prevenir escenarios como la obesidad y el sobrepeso. No obstante, llegar a límites extremos también deriva en complicaciones de salud, por ejemplo, manifestados en falta de energía.
Una de las zonas del cuerpo en la que más se enfocan las personas, principalmente las mujeres, es el tren inferior. Por ello, se esfuerzan por aumentar el volumen de sus piernas y glúteos. Pero, ¿existe algún secreto para optimizar los resultados?
Pues bien, la respuesta es que todo se trata de un proceso. Hay quienes acuden a las cirugías estéticas, sin embargo, otros prefieren el camino duro, pero natural. Entonces, la actividad física y la alimentación consolidan las claves.
Si lo que se busca es aumentar volumen, el ejercicio de fuerza es fundamental. Esto se logra mediante la hipertrofia muscular.
En términos prácticos, la hipertrofia tiene lugar cuando el músculo crece gracias al estímulo que le da determinado ejercicio. Puntualmente, para el crecimiento de piernas y glúteos, ejercicios específicos como las sentadillas son los más funcionales.
¿Es suficiente con el ejercicio?
En efecto, la actividad física representa el primer gran paso y permite construir el camino para alcanzar el cuerpo soñado. El complemento perfecto para optimizar resultados es la alimentación saludable. Consumir abundante proteína y reducir la ingesta de grasas saturadas y azúcares ayuda a construir músculo al mismo tiempo que reduce la ganancia de tejido adiposo.
Para acelerar el proceso, las personas pueden consultar con un experto en entrenamiento para definir la rutina más adecuada. Así mismo, un nutricionista puede dar luces sobre la dieta ideal para cada caso.
De igual manera, existen preparaciones especiales que pueden dar un empujón a quienes buscan resultados inmediatos. El portal Cocina Vital, comparte algunas recetas para preparar batidos de proteína.
Batido de fresa
Ingredientes:
- Una taza de leche descremada.
- Una taza de fresas.
- Media taza de avena.
- Una taza de yogur griego sin azúcar.
- Una cucharada de semillas de chía.
- Cuatro nueces.
Batido de banana
Ingredientes:
- Una taza de leche descremada.
- Un plátano congelado.
- Media taza de amaranto.
- Canela al gusto.
- Una cucharadita de crema de cacahuate sin azúcar.
Batido de manzana y canela
Ingredientes:
- Una taza de leche descremada.
- Una manzana con cáscara.
- Diez almendras.
- Media taza de yogur griego sin azúcar.
- Canela al gusto.
Batido de café con almendra
Ingredientes:
- Una taza de leche descremada.
- Un shot de café expreso.
- Media taza de avena hidratada.
- 20 almendras.
- Hielo.
Para preparar estos batidos, basta con llevar los ingredientes a la licuadora y procesarlos hasta obtener una mezcla homogénea. En vista de que son fuentes de alimento natural, aportan un amplio número de vitaminas y minerales.
Es importante mencionar que el consumo por sí solo de estos batidos no hará que las piernas, los glúteos ni cualquier otra zona del cuerpo crezcan mágicamente. Para optimizar los resultados, es clave complementar con actividad física -priorizando los ejercicios de fuerza- e incluyendo alimentos ricos en proteína dentro de la dieta.
Finalmente, la paciencia y confianza en el proceso es esencial para no arrojar la toalla y rendirse cuando los resultados no aparecen tan rápido como se esperan.