El sistema inmunológico es la defensa del cuerpo ante organismos infecciosos y otros invasores, de acuerdo con el Rady Children’s Hospital-San Diego.

El sistema inmunitario defiende el cuerpo contra sustancias que considera dañinas o extrañas. Estas sustancias se llaman antígenos. Pueden ser gérmenes como bacterias y virus, o sustancias químicas o toxinas. También pueden ser células dañadas por el cáncer o quemaduras solares.

Cuando el sistema inmunitario reconoce un antígeno, lo ataca. A esto se le llama respuesta inmune. Parte de esta respuesta es producir anticuerpos, que son proteínas que actúan para atacar, debilitar y destruir antígenos. El cuerpo también produce otras células para combatir el antígeno, según Medline Plus, el sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Luego, el sistema inmunitario recuerda el antígeno. Si vuelve a reconocerlo, puede identificarlo y enviar rápidamente los anticuerpos correctos. Gracias a esto, en la mayoría de los casos las personas no se enferman. A esta protección contra una determinada enfermedad se le conoce como inmunidad.

Por tal razón, ante la presencia de la covid-19 es importante cambiar algunos hábitos como la alimentación, la cual es clave para ayudarle al cuerpo a fortalecer su sistema inmune.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), es indispensable consumir alimentos que contengan vitaminas y minerales, pues estos contribuyen en buena medida a prevenir enfermedades y fortalecer las defensas del cuerpo.

En consecuencia, es importante consumir alimentos que contengan Vitamina C, ya que ayudan al sistema inmune a defenderse de infecciones y brindan propiedades antioxidantes que protegen las células y los tejidos de tu cuerpo.

Por ejemplo, las frutas cítricas como naranjas y pomelos/toronjas y sus jugos, así como pimientos rojos y verdes y kiwi, son ricos en vitamina C. Otras frutas y verduras, como brócoli, fresas, melón, papas horneadas y tomates también contienen vitamina C.

Asimismo, es importante consumir alimentos ricos en vitamina A y la mejor manera de adquirirla es a través del consumo de alimentos como hígado; productos lácteos como leche, huevos o mantequilla, y frutas y verduras de color amarillo o naranja intenso como zanahorias, auyama, mango y papaya. La FAO también recomienda consumir las verduras de color verde oscuro como las acelgas y espinacas, entre otras.

Sobre la misma línea, alimentos que contengan vitamina B, pues ayudan a las células del cuerpo a generar la energía que aportan los alimentos y a usar los nutrientes para reparar los tejidos.

La mejor manera de adquirir vitamina B es consumiendo cereales integrales, avena, trigo, maní, algunas frutas, carne de cerdo, pescado, verduras de hoja verde, espárragos y alimentos que contengan proteína.

También es importante hidratar el cuerpo con agua, ya que “la falta de agua puede provocar deshidratación, un trastorno que ocurre cuando no hay suficiente para llevar a cabo las funciones normales. Incluso una deshidratación leve puede agotar su energía y causarle cansancio”, de acuerdo con Mayo Clinic.

Además, el agua hace posible todo lo siguiente:

  • Elimina los desechos a través de la orina, la transpiración y las deposiciones.
  • Mantiene la temperatura en niveles normales.
  • Lubrica y amortigua las articulaciones.
  • Protege los tejidos sensibles.

Finalmente, para aumentar las defensas es ideal consumir pescados y mariscos , pues son considerados fuente principal de ácidos grasos como omega 3 y de proteínas que favorecen el buen funcionamiento del sistema inmune.

Los omega-3 proporcionan calorías para darle al organismo energía y tienen muchas funciones en el corazón, los vasos sanguíneos, los pulmones, el sistema inmunitario y el sistema endocrino (la red de glándulas productoras de hormonas).

Asimismo, están presente en las nueces y semillas como de linaza, chía y nueces negras, y en los aceites de plantas como de linaza, soja (soya) y canola.