La energía es el combustible que el cuerpo humano necesita para vivir y ser productivo. Todos los procesos que se realizan en las células y los tejidos producen y requieren de energía para llevarse a cabo.

Sin embargo, algunas personas se sienten cansadas durante el día y acuden a bebidas energizantes para sentirte mejor.

Por tal razón, Mayo Clinic enumeró siete recomendaciones para aumentar la energía y vivir una vida más feliz, saludable y productiva.

  • Acompáñese con buena gente: Conectarse con otros que son positivos y tienen intereses similares a los suyos le dará entusiasmo y energía. Por otro lado, la gente con la cual no simpatiza o que tiene opiniones negativas, se queja con frecuencia, o toma malas decisiones van a vaciar su cuenta de energía. Sea selectivo en cuanto a la compañía que frecuenta.
  • Evite la sobredosis de noticias: Las noticias son una manera importante de conectarse a lo que está pasando en el mundo. Pueden ser educativas, entretenidas, y a veces edificantes. Pero desgraciadamente las noticias de modo muy frecuente bombardean con historias de sufrimiento, que pueden retorcer la visión del mundo y causar que se enfoque en sus peores miedos, en lugar de reconocer las buenas cosas que le rodean. No puede evitar por completo estas historias, pero trate de minimizar su exposición a ellas cuando pueda, especialmente durante momentos difíciles.
  • Haga algo significativo cada día: Cada día, haga algo que disfrute, aunque sea tan simple como cocinar una comida saludable, o escuchar su canción favorita. Poner su esfuerzo en las cosas que le importan más le ayudará a usar y reservar tu energía en maneras que le darán gran satisfacción.
  • Dedique buenos pensamientos a otros: Otra manera de conservar energía es tener compasión. Un ejemplo de practicar esta manera de pensar se conoce como “atención bondadosa”. Por ejemplo, trate de mirar a un desconocido a los ojos y de sonreír mientras piensa “Te deseo todo lo mejor”. Este acto positivo puede evitar que juzgue a esta persona. Juzgar a otros puede hacer que nos juzguemos nosotros mismos, y este tipo de diálogo interno negativo puede ser agotador.