El Alzheimer es una enfermedad progresiva. Con el paso del tiempo los síntomas empeoran. Quienes lo padecen pueden tener alucinaciones.
“Durante una alucinación la persona ve, escucha, huele, saborea o siente algo que no es verdadero. Por ejemplo, la persona puede ver a su madre muerta en el cuarto. También puede tener delirios. Los delirios son creencias falsas que la persona piensa que son reales. Por ejemplo, la persona puede pensar que su cónyuge está enamorado de otra persona”, explica el Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos.
Este tipo de síntomas pueden ser complicados de manejar para los cuidadores de los pacientes con Alzheimer, ya sea si son familiares, amigos o personal de salud. Por eso, este Instituto señala algunas recomendaciones para tener en cuenta y ayudar a alguien con Alzheimer que experimenta alucinaciones frecuentes:
- El paso más importante consiste en comentarle a médico que sigue el caso que la persona está teniendo alucinaciones o delirios. El profesional podrá brindar mayor información sobre cómo proceder en el tratamiento.
- Hablar con el doctor sobre, en caso de que así lo sea, la enfermedad que tenga la persona o si está tomando diferentes medicamentos. Esto es pertinente, debido a que ambos factores pueden provocar alucinaciones o delirios.
- Evitar las discusiones con la persona que tienen Alzheimer. En lugar de discutir sobre lo que la persona ve o escucha, consolarla y brindarle apoyo.
- Intentar distraer al paciente con caminatas afuera de la habitación, juegos, etc.
- Apagar la televisión cuando estén presentando programas que sean perturbadores o violentos, pues el paciente puede creer que se están experimentando en el cuarto o en el mismo lugar donde él se encuentra.
- Verificar que en la habitación y en los lugares que la persona con Alzheimer frecuenta no haya objetos con los que ella pueda hacerse daño o herir a otros.
¿Cómo prevenir el Alzheimer?
El Alzheimer es un trastorno cerebral que paulatinamente destruye la memoria y la capacidad de pensar. Según explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, en la mayoría de los casos los síntomas se presentan, por primera vez, mucho tiempo después en la vida del individuo.
Esta enfermedad es la forma más común de demencia y “acapara entre un 60 % y un 70 % de los casos”, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Esta entidad explica que el número de personas con esta enfermedad está aumentando rápidamente. “La demencia afecta a nivel mundial a unos 50 millones de personas, de las cuales alrededor del 60 % viven en países de ingresos bajos y medios. Cada año se registran cerca de 10 millones de nuevos casos”.
No existe una estrategia que garantice al 100 % que no se desarrolle Alzheimer, sin embargo, un estilo de vida saludable puede contribuir a disminuir el riesgo. Por ejemplo, la actividad física tiene beneficios para el cerebro. Según indican los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, los estudios muestran que las personas que son físicamente activas son menos propensas a tener un deterioro de la función mental y tienen un menor riesgo a sufrir de Alzheimer.
Ejercitarse ayuda a combatir factores de riesgo de esta enfermedad, como lo es la depresión y la obesidad. Si se realizan mínimo de 30 a 60 minutos de actividad física a la semana, se puede obtener lo siguiente:
- En las personas sanas, conservar la capacidad de pensamiento, razonamiento y aprendizaje.
- En el caso de las personas que tienen Alzheimer leve o con un deterioro cognitivo leve, puede ayudar a mejorar la memoria, el razonamiento, el juicio y la función cognitiva.
- En los individuos que tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, puede ayudar a retrasar su inicio o ralentizar su avance.
- Aumentar el tamaño de la parte del cerebro asociada con la formación de la memoria (hipocampo).