Controlar los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre es clave para prevenir posibles complicaciones de salud como la diabetes, enfermedad crónica que con el tiempo genera afectaciones en órganos como los riñones, el corazón, los ojos y las arterias.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), este padecimiento es una de las principales causas de ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, derrames cerebrales y amputación de miembros inferiores.
Cuando los niveles de azúcar se elevan es porque el páncreas no secreta suficiente insulina o el organismo no utiliza de manera eficaz la que produce. Información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) precisa que la insulina es una hormona que se encarga precisamente de regular la concentración de glucosa en la sangre y cuando esto no ocurre, se puede desarrollar la diabetes.
Este padecimiento puede acarrear muchas complicaciones al organismo. La OMS asegura que los adultos con esta enfermedad tienen una posibilidad entre dos y tres veces mayor de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular.
“La diabetes mal controlada aumenta las posibilidades de estas complicaciones y la mortalidad prematura. Además, las personas con diabetes tienen mayor riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares y tuberculosis, especialmente aquellas con mal control glucémico”, precisa la mencionada fuente.
Una de las mejores formas de evitar estas complicaciones de salud es llevando una dieta saludable, que se debe mezclar con la práctica de actividad física regular. También se debe evitar el consumo de tabaco y alcohol. La OPS asegura que el sobrepeso y la obesidad, así como la falta de ejercicio, son los principales factores de riesgo para que una persona padezca de diabetes tipo 2.
La alimentación es determinante para controlar los niveles de azúcar y bajarlos sin recurrir al uso de insulina y por ello se deben tener en cuenta aspectos como los siguientes.
Dieta baja en carbohidratos
Controlar la ingesta de carbohidratos, dado que el cuerpo los convierte en azúcares y luego la insulina los mueve hacia las células; cuando esto no ocurre, esta glucosa se queda en la sangre.
Es clave aumentar el consumo de fibra, pues este nutriente reduce la digestión de carbohidratos y la absorción de azúcar, por lo que promueve un incremento más gradual en los niveles de glucosa en la sangre, según el portal de salud Healthline. Existen dos clases de fibra: insoluble y soluble. Aunque ambas son importantes, la soluble, específicamente, ha demostrado que promueve niveles más bajos de azúcar, indica la citada fuente.
Beber agua en cantidades valiosas ayuda a mantener el azúcar dentro de los límites saludables. Además de prevenir la deshidratación, ayuda a los riñones a drenar el exceso de azúcar en la sangre a través de la orina.
Otro aspecto clave en la alimentación es el control de las porciones. Esta estrategia ayuda a regular la ingesta de calorías y puede ocasionar pérdida de peso, lo cual también es clave, pues tener un peso indicado promueve niveles saludables de azúcar en la sangre y se ha demostrado que reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, dice Healthline.
También se deben consumir alimentos con un índice glucémico bajo. Los productos que cumplen este requisito son los mariscos, carne, huevos, cereales, cebada, fríjoles, lentejas, legumbres, maíz, camotes y la mayoría de las frutas y vegetales que no contienen almidón.
Por último, controlar el estrés es otra forma de bajar los niveles de azúcar. Las hormonas como glucagón y cortisol se segregan en los períodos de estrés. Estas hormonas hacen que los niveles de azúcar en la sangre se incrementen, aseguran los expertos.
Por esta razón, recurrir a métodos de ejercicio y relajación como yoga pueden corregir los problemas de secreción de insulina cuando una persona padece de diabetes.