De acuerdo con información de la enciclopedia médica MedlinePlus, el azúcar en la sangre, también denominado “glucosa”, proviene de los alimentos que la persona consume en su día a día y se convierte en su principal fuente de energía.

La enfermedad que se caracteriza por los niveles elevados de azúcar en la sangre es la diabetes. No obstante, una persona que no padezca esta afección también puede tener problemas de salud si los niveles de azúcar en su sangre son muy bajos o muy altos. En este sentido, es importante mantener hábitos saludables, como una dieta balanceada y ejercicio, para regular la glucosa.

Los niveles elevados de azúcar en la sangre también configuran una condición denominada hiperglucemia. Por lo general, esta afecta especialmente a personas con diabetes y corresponde a dos causas principales: el cuerpo produce muy poca insulina o no responde a la señal que la insulina está enviando.

Ajustar los hábitos alimenticios puede ser útil para prevenir el desarrollo de la diabetes. | Foto: Getty Images/iStockphoto

“La insulina es una hormona que ayuda al cuerpo a mover la glucosa (azúcar) desde la sangre hacia el músculo o grasa, donde se almacena para usarla más tarde, cuando se necesite energía. A veces, el azúcar alta en la sangre se presenta debido al estrés causado por una cirugía, infección, traumatismo o medicamentos. Luego que el estrés termina, el azúcar en la sangre regresa a la normalidad”, detalla MedlinePlus.

Algunos de los síntomas asociados a los niveles elevados de azúcar en la sangre incluyen:

  • Estar muy sediento o tener la boca seca.
  • Tener visión borrosa.
  • Tener la piel seca.
  • Sentirse débil o cansado.
  • Necesidad de orinar mucho, o necesitar levantarse más seguido de lo usual en la noche para orinar.
Los altos niveles de azúcar en la sangre pueden ser un riesgo para la salud. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Riesgos de la hiperglucemia

El servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos expone que los niveles elevados de azúcar en la sangre pueden ser nocivos para la salud. En ese sentido, recomienda prestar especial atención a los hábitos alimenticios.

Así mismo, destaca tres recomendaciones primordiales para prevenir la hiperglucemia: seguir un plan de comidas saludable, realizar actividad física con frecuencia, tomar juiciosamente los medicamentos para la diabetes (en caso de padecerla).

Estrategias para reducir los niveles de glucosa

El portal especializado en bienestar Mejor con Salud recoge ―en su sitio web― algunos hábitos que podrían ser útiles a la hora de disminuir los niveles de azúcar en la sangre cuando están por encima de lo normal. No obstante, lo más recomendable siempre es acudir a un médico de confianza para recibir tratamiento profesional.

En primer lugar, el citado portal sugiere evitar los alimentos abundantes en almidones, como la patata y los cereales. Si bien son importantes por sus aportes nutricionales, “es primordial moderar al máximo su consumo para poder reducir rápido los niveles de glucosa”, menciona.

Esta relación se debe a que los alimentos ricos en almidones contienen una molécula llamada amilopectina, la cual puede generar picos de glucosa en la sangre. Por supuesto, tampoco se trata de abolir completamente su ingesta, sino que es conveniente moderar su consumo, pues provee energía para realizar actividad física.

Una alimentación saludable contribuye a bajar de peso y mantener estables los niveles de colesterol, triglicéridos y azúcar en sangre. | Foto: Getty Images

Otra recomendación simple, pero que muchas veces se pasa por alto es priorizar alimentos que sean bajos en azúcares. Como guía, las personas pueden verificar esta información en las tablas nutricionales de los productos que adquieren en el mercado.

Algunos alimentos naturales y con bajo índice glucémico que las personas pueden incluir en sus dietas son: pescados y mariscos, carnes magras, huevos, avena, cebada, frijoles, lentejas, batatas, maíz, ñame y verduras sin almidón.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física y la alimentación equilibrada son esenciales para gozar de una vida saludable. En este caso no es la excepción, por ello, el ejercicio es clave para evitar que los niveles de azúcar en la sangre se disparen.

“La práctica habitual de ejercicio físico es uno de los mejores hábitos para reducir los niveles de glucosa. De hecho, contribuye a la pérdida de peso e incrementa la sensibilidad a la insulina. Cuando esto ocurre, las células consiguen aprovechar los azúcares disponibles en el torrente sanguíneo”, precisa Mejor con Salud.

Seguir estos hábitos puede ser útil para mantener estables los niveles de glucosa en la sangre, por supuesto, acompañándolos con la asesoría de un profesional de la salud.