Al momento de tener un perro de mascota, las personas hacen por naturaleza la conversión de años, para saber cuántos años tiene el animal en comparación con la edad humana. En ocasiones, se ha dicho que la relación es de un año (perro) con siete años de las personas.
Sobre este punto se centraron los estudios de la investigación ‘Redes de metilación del ADN subyacentes a los rasgos de los mamíferos’, para dar con la relación matemática correcta. El cuerpo investigativo que le dio vida al informe utilizó marcadores sobre el ADN de los animales para analizar el modo por el cuál más de 350 especies envejecieron.
Los estudios relacionados con la edad de los perros son relativamente recientes, por el hecho de que hace tan solo diez años se planteó un método para medir la edad biológica mediante la manipulación genética. La reciente investigación ahondó sobre este asunto y obtuvo resultados importantes para la ciencia.
Los científicos tomaron en cuenta ese método, primero para corroborar su eficacia y, segundo, para conocer la verdad acerca de la edad perruna. Los investigadores aplicaron relojes de metilación de ADN a 15 mil muestras de tejido proveniente de 348 especies de estos mamíferos. Los resultados fueron comparados con los cambios epigenéticos en regiones del genoma.
Al hacer referencia a los relojes de metilación, se hace mención a un método que corresponde a una prueba bioquímica empleada para medir edades en especies vivas. Para ello, se requieren muestran de material genético, los cuales, en este caso, provinieron de los tejidos de los animales.
Como tal, en el estudio no solo se manipuló ADN de perros, sino que los investigadores también quisieron ampliar el espectro, generando así que hubiese presencia de tejidos de elefantes o ratones.
Empero, los resultados más llamativos fueron los relacionados con los caninos, dado que son los animales que más cercanía —junto a los gatos— tienen con los humanos.
En primer lugar, los científicos señalan que en efecto el método aplicado es fidedigno y sí corresponde a una aproximación en la edad. Por ejemplo, encontraron que los valores variaron al momento de ser contrastados entre animales. De igual forma, la medición permitió calcular un estimado del riesgo de mortalidad de la especie y animal en cuestión.
Con respecto a este último asunto, el informe indica que es clave tener constancia de la tasa de mortalidad, por el hecho que ayuda a saber a ciencia cierta las especies con mayor peligro de extinción, al igual que permite mejorar los ecosistemas en los que viven.
Volviendo a centrarse en los perros, los investigadores encontraron que para las razas grandes, la proporción es siete/ocho años por cada año perruno. En caso de querer calcular la edad, el informe publicó la fórmula ideal para dar con ese dato.
La fórmula es ‘Algoritmo In (edad cronológica del perro) x 16 + 31. ¿Cómo se puede realizar? Suponiendo que un perro tiene tres años, entonces la ecuación sería In (3) x 16 +31. En ese orden de ideas, el resultado es que cuando el canino cumple tres años en periodos humanos, en verdad está cumpliendo 48.6 años en su edad biológica.
De igual medida, los autores publicaron una tabla con los años biológicos de los perros, por el hecho que los años en términos humanos son diferentes con la verdadera edad biológica.
Para el estudio utilizaron al labrador, ya que es una raza que ofrece una fuerte homogeneidad del genoma, lo cual aumenta la posibilidad de identificar factores genéticos asociados con rasgos complejos como el envejecimiento.
Adicionalmente, con base al uso del reloj, confirmaron que siete semanas en cachorros son iguales a nueve meses en la edad humana. Por lo tanto, ese periodo coincide con el momento en el cual los dientes de leche salen en los perros y bebés humanos.