La memoria es una función fundamental del Sistema Nervioso Central que les permite a las personas saber quiénes son, con quién se relacionan y también recordar lo que ha sucedido en el pasado.
Los expertos la definen como la codificación, el almacenamiento y la recuperación de información adquirida a través del tiempo por medio de la experiencia y diferentes estímulos.
Según información del portal Cognifit, puede describirse como la capacidad del cerebro para retener información y recuperarla voluntariamente. También les permite a los seres humanos recordar ideas, sensaciones, relaciones y todo tipo de situaciones por las que han debido pasar.
El sitio web Psicología y Mente indica que lo que comúnmente se conoce como memoria suele ser un concepto general, porque se habla de la memoria a largo plazo. Sin embargo, también existe la memoria a corto plazo y la sensorial, que participan en la formación de la primera, que tiene la característica de ser la más duradera.
No obstante, la memoria va cambiando con el paso de los años, pues el cerebro va envejeciendo y perdiendo sus capacidades cognitivas, entre ellas la memoria. Hasta cierto punto es normal, pero a veces se ve acentuada por enfermedades. La memoria funciona todo el tiempo, incluso cuando las personas duermen porque sueñan y experimentan emociones.
Los cambios en la memoria se van dando con la aparición de pequeños despistes, por ejemplo, la dificultad para rescatar sucesos del pasado u olvidos inusuales. El envejecimiento del cerebro es responsable de estos problemas, pero también hay enfermedades que causan pérdida de memoria, como el alzhéimer y la demencia.
Según la biblioteca médica MedlinePlus, cuando se empieza a perder memoria es posible que la persona no sea capaz de recordar hechos nuevos o acceder a uno o más recuerdos del pasado, o ambos. En casos graves, tal deterioro de la memoria puede interferir con las actividades de la vida diaria.
De acuerdo con este sitio web, el envejecimiento normal puede causar algo de olvido. Es normal tener alguna dificultad para aprender material nuevo o necesitar más tiempo para recordarlo. Pero el envejecimiento normal no conduce a una pérdida drástica de la memoria.
Al respecto, información del National Institute on Aging, de Estados Unidos, indica que con el paso de los años es posible que a las personas les tome más tiempo aprender cosas nuevas o, a veces, pueden olvidarse de cosas sencillas como pagar una factura. Estos cambios suelen ser señales de olvido leve, que con frecuencia son parte normal del envejecimiento y no de problemas graves de memoria.
De igual forma, hay algunas personas mayores que tienen una afección llamada deterioro cognitivo leve, lo que significa que tienen más problemas de memoria u otros problemas de pensamiento que otros de su edad. Las personas con esta condición generalmente pueden cuidarse a sí mismas y realizar sus actividades normales; lo que no ocurre cuando hay problemas de demencia, que no es una parte normal del envejecimiento.
Los fallos en la memoria pueden obedecer a diversos factores, pues muchas zonas del cerebro ayudan a crear y recuperar recuerdos. Un problema en cualquiera de las mismas puede ocasionar dificultades de aprendizaje, de atención, de toma de decisiones, de enfoque, problemas en el estado de ánimo o incluso desembocar a diferentes tipos de patologías.
Según la Revista Española de Geriatría y Gerontología, los investigadores del envejecimiento cognitivo coinciden en que el rendimiento de la memoria empieza a declinar en la adultez temprana, aunque los estudios indican que los cambios en la memoria pueden más significativos en unas tareas que en otras.
El envejecimiento del cerebro suele empezar a notarse a partir de los 50 años y puede ser más rápido o más lento dependiendo del estilo y calidad de vida de las personas.
Causas de fallos o pérdida de memoria
Más allá del proceso normal de envejecimiento, los fallos de memoria pueden tener muchas causas y son estas las que determinan si esa pérdida es reversible o no. En la lista de razones está la deficiencia de vitamina B12, la ingesta de algunos medicamentos que pueden estar causando efectos secundarios y el consumo de alcohol y drogas.
Enfermedades como el hipotiroidismo también pueden afectar y causar olvidos y el estrés, ansiedad y depresión. Los trastornos emocionales causan inestabilidad en muchos aspectos, como en la pérdida de memoria y la dificultad para focalizar la mente.
No obstante, detrás de los cambios en la memoria o la pérdida de misma puede haber razones aún más complejas como, por ejemplo: un tumor cerebral, tratamientos para el cáncer, traumatismo craneal, infección cerebral grave o infección alrededor del cerebro, una cirugía, hidrocefalia o esclerosis múltiple, entre otras.