El cerebro está compuesto por más de mil millones de neuronas. Algunos grupos específicos de ellas trabajan en conjunto para dar la capacidad de razonar, experimentar sentimientos y comprender el mundo. También dan la capacidad para recordar cantidades diversas de información, según explica el portal web de salud Medline Plus.

A pesar de que solo ocupa el 2 % de espacio en el cuerpo humano, requiere de muchísima energía, casi del 20 %. Por ello, se requiere tener una dieta equilibrada que proporcione todos los nutrientes y vitaminas necesarias para que lleve a cabo todas sus funciones.

El portal especializado Mejor con Salud señala que las personas que mantienen una nutrición rica en dulces, grasas saturadas o bebidas azucaradas, aportan energía de mala calidad y limitada. Este tipo de alimentación se puede ver cuando existe bajo rendimiento, dificultades para concentrarse, malestar físico, dolores de cabeza, entre otras cosas.

Por ello, es importante elegir bien lo que se come. Mejor con Salud señala la importancia del plátano al ser uno de los mejores aliados en la alimentación y para el cerebro. El portal explica que para implementar esta fruta en la dieta y obtener sus beneficios, no se debe comer todos los días. Basta con comer entre tres o cinco por semana. Además, se puede añadir en batidos, ensaladas de frutas u otras presentaciones. Entre algunos beneficios del plátano se destaca que es rico en potasio y ácido fólico, algo imprescindible para un cerebro activo. Además, ayuda a reponer otras partes del organismo, lo que lo hace ideal no solo para quienes buscan un cerebro más activo, sino para deportistas y personas en general.

¿Cómo cuidar el cerebro con la alimentación?

Joy Bauer, experta en ciencias de la nutrición, señala que tener buena memoria depende del total de células cerebrales, la conexión entre estas y su salud. Además, una buena dieta con alimentos ricos en vitaminas puede hacer mucho para mejorarla.

Por su parte, el doctor Jorge Ángel, director médico de Equisalud, explica algunas pautas para elaborar un menú que nutra el cerebro.

Una alimentación sana y equilibrada también se verá reflejada en la salud del cerebro. | Foto: Getty Images

Los alimentos para el cerebro

  • Ácidos grasos esenciales: pescado azul o aportados por complementos alimenticios.
  • Alimentos ricos en vitaminas y minerales: legumbres como las lentejas, frutos secos como los anacardos, verduras como las acelgas y espinacas, lácteos.
  • Alimentos ricos en hidratos de carbono: frutas como mango, uvas, plátano, peras.
  • Alimentos ricos en proteínas: legumbres, huevos, pollo.

Los componentes de estos alimentos ayudan a modular los neurotransmisores, que ejercen un papel muy importante en el adecuado funcionamiento del cerebro.

Por esta razón, la dieta mediterránea consigue un equilibrio entre todos los alimentos mencionados, lo que hace de ella la ideal para conseguir una buena salud cerebral.

Las sustancias que aportan al cerebro

  • Carbohidratos: frutas.
  • Proteínas: soja, huevo.
  • Minerales: zinc (calabaza, anacardos), calcio (lácteos), magnesio (acelgas), hierro (lentejas), potasio (brócoli).
  • Vitaminas: B3 y B6 (espinacas, acelgas, panes integrales), vitamina C (fresas, kiwi, naranja).
  • Ácidos grasos: omega 3 del pescado, preferiblemente de tamaño pequeño para evitar metales pesados. El aceite de hígado de bacalao contiene omega 3, vitamina A y vitamina D3, todos ellos esenciales para el adecuado funcionamiento del cerebro.

Alimentos saludables que ayudan a reducir el estrés

Vitaminas del grupo B y antioxidantes.

  • Las vitaminas B1, B6, B12, B9 (ácido fólico) y D, colina, hierro y yodo ejercen efectos neuroprotectores y mejoran el rendimiento intelectual.
  • Paralelamente, los antioxidantes (vitaminas C, E y A, zinc, selenio, luteína y zeaxantina) tienen un papel relevante en la defensa contra el estrés oxidativo, el cual asociado al deterioro mental y en la mejora de la cognición.
  • Por esta razón, el suministro adecuado de micronutrientes y macronutrientes es esencial para el cerebro y proporciona la base para la salud del microbioma intestinal, el control de la inflamación y también para facilitar la eficacia de otras intervenciones que pueden apoyar el cerebro.