La presión arterial elevada se caracteriza por ser una afección de salud silenciosa, esto significa que en la mayoría de los casos no causa síntomas en las personas que la padecen. “En la mayoría de las personas, la hipertensión arterial se detecta cuando visitan a su proveedor de atención médica o se la hacen medir en otra parte”, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Es importante realizar exámenes periódicos para conocer el estado de salud general, pues cuando se tiene hipertensión se puede padecer afecciones renales y cardíacas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, alrededor del 46% de los adultos hipertensos no sabe que tiene esta enfermedad.
Uno de los síntomas que indica una afección grave, si se tiene hipertensión, son los mareos. Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explica que un incremento grave de la presión arterial puede poner en riesgo la vida de una persona. Cuando esto ocurre se tiene una crisis hipertensiva, la cual puede provocar un accidente cerebrovascular.
“La presión arterial extremadamente alta —una presión máxima (presión sistólica) de 180 milímetros de mercurio (mm Hg) o más o una presión mínima (presión diastólica) de 120 mm Hg o más— puede dañar los vasos sanguíneos. Los vasos sanguíneos se inflaman y podrían generar pérdidas de líquido o sangre. Como resultado, el corazón no podría bombear la sangre de forma eficaz”, explica la entidad de salud.
Algunos de los factores que pueden causar una crisis hipertensiva incluyen los siguientes:
- Ataque cardíaco.
- Insuficiencia cardíaca.
- Insuficiencia renal.
- Rotura de la aorta.
- Convulsiones en el embarazo.
- No tomar el medicamento para la presión arterial elevada.
La crisis hipertensiva puede ser de urgencia o emergencia. En el primer caso, puede que el médico que atienda al paciente no sospeche de daños en otros órganos, mientras que en el segundo sí ha habido daños y complicaciones que pueden causar la muerte.
Los síntomas de una crisis hipertensiva que puede ser mortal son:
- Dolor de pecho intenso.
- Dolor de cabeza intenso, acompañado por confusión y visión borrosa.
- Náuseas y vómitos.
- Ansiedad grave.
- Dificultad para respirar.
- Convulsiones.
- Falta de reacción.
En caso de presentarlos se debe acudir inmediatamente a un centro médico para recibir la atención correcta. Este tipo de mareos no se regulan con tratamiento en el hogar.
Alimentación saludable
Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explica las características de la dieta “DASH” (Dietary Approaches to Stop Hypertension), la cual tiene como propósito ayudar a bajar la presión arterial.
Cabe resaltar que antes de empezar esta dieta se debe consultar con un doctor y un nutricionista para recibir la asesoría profesional adecuada y tener supervisión médica en caso de que sea una opción saludable, dependiendo el caso de cada persona.
Este tipo de dieta se caracteriza por incluir alimentos ricos en potasio y disminuir el consumo de sal. Algunos de los principios de este plan incluye:
- Reducir el sodio a no más de 2,300 mg por día. Lo ideal es consumir solo 1,500 mg.
- Disminuir la grasa saturada hasta el 6 % y la grasa total al 27 % de las calorías diarias. Es importante incluir productos lácteos bajos en grasa, pues pueden ser una opción saludable para bajar la presión arterial sistólica.
- Al elegir grasas, que sean saludables como el aceite de oliva y el aceite de canola.
- Elegir los granos integrales antes que los productos de harina blanca o pasta.
- Consumir frutas y verduras frescas todos los días.
- Comer nueces, semillas o legumbres (frijoles o guisantes) todos los días.
- Elegir cantidades moderadas de proteína.
- Disminuir los carbohidratos a 55 % de las calorías diarias.
- Obtener al menos 30 gramos de fibra diariamente.