Comer algo dulce entre cada comida es un hábito que se practica en buena parte del mundo y que muchos colombianos repiten diariamente. Hay quienes lo hacen por aburrimiento o incluso ansiedad, pero rara vez se asocia con una real sensación de hambre, sino como una necesidad de sentir algo dulce en algún momento del día.
Esta ingesta de comida a deshoras se asocia, según los expertos, con un hábito de alimentación descontrolado y el consumo de productos muy energéticos y dulces. De acuerdo con dichos expertos, una persona obesa puede llegar a ‘picar’ hasta 20 veces al día, y siempre opta por alimentos con un alto contenido calórico.
De ahí que un equipo de investigadores estudió si esta práctica afecta a la salud de forma grave y concluyó que depende de dos factores: el tipo de alimentos y el momento. En todo caso, la recomendación es unánime: mejor no hacerlo a última hora de la noche.
El consumo excesivo de azúcar refinada es una de las principales causas del antojo por lo dulce. Según el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos (NIH, por su sigla en inglés), el azúcar refinada estimula el sistema de recompensa del cerebro, lo que puede llevar a un consumo descontrolado de alimentos dulces y al aumento de peso. Evitar alimentos procesados, postres y bebidas azucaradas es fundamental para reducir el antojo y mantener un peso saludable.
Uno de los consejos más importantes para que las personas puedan controlar estos antojos de comer dulce entre comidas y a la vez cuiden su salud, es mantenerse hidratado correctamente durante el día, lo que generará la sensación de saciedad, evitando el hambre y la ansiedad por comer, además que permitirá que el organismo tenga un buen funcionamiento de sus funciones vitales.
Señales de alto consumo de azúcar en el organismo
El azúcar es uno de los alimentos más adictivos que hay en la dieta gracias a su delicioso sabor. Sin embargo, se sabe desde hace mucho que son más sus consecuencias negativas en la salud que sus ventajas, por esto es importante controlar su ingesta e intentar mantener un nivel balanceado de este en el cuerpo.
De acuerdo con la Clínica Mayo, entidad sin ánimo de lucro que se dedica a la investigación de la salud, los refrescos, los postres y las bebidas energéticas y deportivas son las principales fuentes de azúcares añadidos para la mayoría de las personas en los EE. UU. Comer demasiados alimentos con este ingrediente puede dar lugar a posibles problemas de salud como:
- Mala nutrición.
- Aumento de peso.
- Aumento de triglicéridos.
- Caries dentarias.
Existen señales que pueden dar a las personas una alerta temprana sobre el exceso de consumo de este agregado, estas son tres de ellas:
Aumento de peso
Cuando hay un aumento continuo en el consumo de azúcar y no es acompañado con actividad física, lo más lógico es que termine viéndose reflejado en un aumento de peso. Esto se debe a que el cuerpo convierte el azúcar que necesita en energía, pero guarda el resto como grasa para utilizarlo después.
Cansancio y falta de energía
Aunque algunas personas crean que para aumentar su energía deben comer azúcar, la realidad es que cuando se disparan los niveles de glucosa también se disparan los de insulina, esta es la razón del bajón de energía e incluso hambre que experimenta una persona luego de un exceso de azúcar.
Los expertos recomiendan generalmente elegir carbohidratos de absorción lenta, como granos enteros, manzana o pera, para evitar esta desventaja del consumo de azúcar, pues, además de generar energía, mantiene unos niveles estables de glucosa.
Urgencia de algo dulce
Muchas veces se puede pensar que la necesidad de comer algo dulce obedece a ansiedad; sin embargo, esto puede ser más indicativo de que se ha creado una adicción al dulce. El azúcar es tan adictivo como la cocaína, pues estimula la producción de dopamina, la hormona encargada del placer.
Un estudio de la Neuroscience Biobehavioral Reviews plantea que el exceso de azúcar puede producir efectos dopaminérgicos, colinérgicos y opioides, un efecto presente en las adicciones tradicionales.