La menopausia es una etapa por la que atraviesan tarde o temprano todas las mujeres y de la que no se habla tanto como se debería. Esta es una época con muchos cambios hormonales que afectan de diversas maneras al cuerpo de la mujer y, cómo no, a la piel, por ende esta necesita de una atención.

La farmacéutica Rocío Escalante describe los notables efectos de la menopausia en la piel; además, brinda unos tips para cuidar de este órgano como se debe.

Cómo afecta la menopausia a la piel

  • La piel está más deshidratada, pierde elasticidad y tiene un aspecto más seco, una textura áspera.
  • Aparecen arrugas más profundas: las fibras de elastina y colágeno se degradan, lo que provoca la aparición de más líneas de expresión.
  • Mayor flacidez: junto a las arrugas, aparece la temida pérdida de firmeza, asociada también a la degradación del colágeno y la elastina.
  • Pérdida de luminosidad: se aprecia un tono desigual, fruto de las manchas que pueden potenciarse en esta época de cambios hormonales.
  • La piel pierde la frescura y la juventud; además, se muestra más opaca y menos luminosa.
  • Pueden aparecer brotes de acné en pieles grasas por los cambios hormonales.
Desde los 40 años, las mujeres pueden experimentar síntomas previos a la menopausia. | Foto: Foto: Getty Images

Cómo cuidar la piel durante la menopausia

  • La hidratación es esencial. Hay que hidratarse por dentro bebiendo agua, consumiendo fruta, pero también por fuera, con cremas y lociones. Todo el cuerpo tiende a estar más reseco, así que es aconsejable hidratar la piel del cuerpo a diario, haciendo especial hincapié en zonas sensibles como los codos, los talones, las rodillas.
  • Se recomienda consumir de seis a ocho vasos de agua al día lo equivale a dos litros de agua.
  • En el rostro, además de hidratación, con cremas que contengan ácido hialurónico, lípidos y ceramidas; se necesita el uso de cremas antiedad, más untuosas, que ayuden a combatir la pérdida de firmeza, que rellenen las arrugas, que unifiquen el tono de piel y aporten luminosidad.
  • Hay que llevar una rutina diaria de higiene facial por la mañana y por la noche. El uso del protector solar es fundamental siempre, y más en esta etapa en la que la pigmentación de la piel, por el paso del tiempo y los cambios hormonales, es más habitual.
  • Por la noche, según el estado de la piel, la especialista aconseja usar activos transformadores y despigmentantes: retinol, alfahidroxiácidos, etc.
  • Es importante, además, prestar especial atención a zonas más sensibles como el contorno de los ojos, el cuello y el escote, las manos y los labios que también sufren deshidratación y que se suelen olvidar.

Con información de Europa Press.