La Asociación Americana de Cáncer aclara que no se pueden prevenir todos los cáncer de pulmón. No obstante, un estilo de vida saludable puede contribuir a disminuir el riesgo de padecerlo, teniendo en cuenta algunos factores que sí pueden ser controlados.
1. No fumar
El tabaco y el cigarrillo tienen efectos negativos en la salud de las personas. Para disminuir el riesgo de tener cáncer de pulmón es importante no fumar y evitar estar cerca de quienes lo hacen, para no exponerse a humo de segunda mano.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) “contiene químicos que pueden enfermarte, incluyendo hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), que han causado cáncer y defectos de nacimiento en animales”.
Los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, agregan que fumar incrementa no solo el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, sino de boca, garganta, esófago, vejiga, riñón y algunos tipos de leucemia. “En general, fumar causa el 30 % de todas las muertes por cáncer”, apunta la entidad de salud.
Para quienes llevan mucho tiempo fumando dejar esta práctica puede ser difícil. Por eso, es importante buscar ayuda profesional para obtener buenos resultados.
2. Cuidado con la exposición al radón
Según explica la Asociación Americana de Cáncer, el radón es una causa importante del cáncer de pulmón. Se debe tener mucho cuidado, pues las personas pueden estar expuestas sin saberlo.
“El gas radón que es emitido por el suelo o las rocas, puede entrar a los edificios a través de grietas en el piso o las paredes, los empalmes en las construcciones o los espacios que quedan en los cimientos alrededor de las tuberías, varillas o bombas. Los niveles más elevados de radón por lo general se encuentran en el sótano o espacio subterráneo. Este nivel está más cerca del suelo o de la roca que lo que está de la fuente del radón. Por consiguiente, las personas que pasan mucho tiempo en los sótanos de sus casas o lugares de trabajo tienen un riesgo mayor de exposición a este gas”, detalla esta asociación.
3. Una alimentación saludable
La Organización Mundial de la Salud insiste en la importancia de una dieta equilibrada para contribuir a disminuir el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles como el cáncer.
Asimismo, la Asociación Americana de Cáncer recomienda mantener buenos hábitos alimenticios, los cuales pueden ayudan a reducir el riesgo de cáncer de pulmón.
“Cierta evidencia sugiere que una alimentación con muchas frutas y vegetales puede ayudar a proteger contra el cáncer de pulmón tanto a los fumadores como a los no fumadores. No obstante, cualquier efecto positivo de las frutas y los vegetales en el riesgo de cáncer de pulmón sería mucho menor que el riesgo aumentado causado por el hábito de fumar”, resalta.
Cáncer de pulmón
Aunque fumar cigarrillos no es una causa inmediatamente directa para padecer cáncer de pulmón, este hábito aumenta las probabilidades de que ocurra.
Generalmente, este tipo de cáncer ocurre en los tejidos que recubren los conductos del aire. Esta es la principal causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres, según indica Medline Plus. En esta enfermedad existen dos tipos: cáncer de pulmón de células pequeñas y cáncer de pulmón de células no pequeñas. Este último es el más común en los pacientes. Aunque ambos se desarrollan en el mismo lugar, crecen de forma diferente y su tratamiento también lo es.
En países como Estados Unidos, fumar cigarrillo está relacionado del 80 % al 90 % de las muertes por este tipo de cáncer. El humo de tabaco es demasiado perjudicial para la salud, debido a su contenido alto de más de 7000 sustancias químicas, de las cuales la mayoría son tóxicas para el organismo, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.