Una articulación es donde se unen dos o más huesos, como la rodilla, la cadera, el codo o el hombro. Las articulaciones pueden dañarse por muchos tipos de lesiones o enfermedades, incluyendo, artritis, bursitis o dislocaciones y la hinchazón articular es la acumulación de líquido en los tejidos blandos que rodean la articulación, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Además, puede ocurrir junto con dolor articular y puede hacer que la articulación parezca más grande o de forma anormal.
Asimismo, la biblioteca explicó que la hinchazón articular puede causar dolor o rigidez y que después de una lesión, la hinchazón de la articulación puede significar que se tenga un hueso roto o un desgarro en el tendón o ligamento del músculo.
Por ello, indicó que la hinchazón de una articulación puede ser causada por diferentes afecciones, incluyendo:
- Un tipo crónico de artritis llamado espondilitis anquilosante.
- Un tipo doloroso de artritis, causado por acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones (gota).
- Artritis causada por desgaste o desgarre de las articulaciones (osteoartritis).
- Artritis causada por acumulación de cristales de calcio en las articulaciones (seudogota).
- Trastorno que involucra artritis y una afección de la piel llamada psoriasis (artritis psoriásica).
- Grupo de afecciones que comprometen las articulaciones, los ojos y los sistemas urinario y genital (artritis reactiva).
- Inflamación de una articulación como consecuencia de una infección (artritis séptica).
- Trastorno en el cual el sistema inmunológico del cuerpo ataca el tejido sano (lupus eritematoso sistémico).
Por tal razón, señaló en su portal web que si la hinchazón articular ocurre después de una lesión, se deben aplicar compresas de hielo para reducir el dolor y la inflamación. También es recomendable elevar la articulación hinchada de manera que quede por encima del nivel del corazón, de ser posible. Por ejemplo, si el tobillo está hinchado, lo ideal es acostarse con almohadas puestas cómodamente bajo el pie, de manera que el tobillo y la pierna estén ligeramente levantados.
Por su parte, como se mencionó la hinchazón articular puede ocurrir junto con dolor articular y es por ello que el sitio web informativo para pacientes de la American Society of Clinical Oncology (la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, ASCO) recomendó:
Fisioterapia. Un fisioterapeuta puede ayudar a restablecer la función de una articulación y enseñarle a aliviar el dolor con ejercicios simples o dispositivos de asistencia.
Acupuntura. Algunos estudios demuestran que la acupuntura (en inglés) puede aliviar el dolor articular relacionado con la terapia con inhibidores de aromatasa. La acupuntura supone colocar pequeñas agujas en puntos específicos del cuerpo.
Hacer ejercicio. Se ha demostrado que los ejercicios suaves y de elongación pueden reducir el dolor articular. El ejercicio también puede ayudarlo a controlar el peso para que haya menos presión en las articulaciones. Además, puede fortalecer los huesos y los músculos que rodean las articulaciones, y aumentar la flexibilidad articular.
Sobre la misma línea, es preciso llevar una dieta equilibrada y variada rica en vitaminas C y D, además de algunos minerales como el calcio, el fósforo, el magnesio y el silicio. Además, es preciso beber mucha agua.
También es importante consumir alimentos que aumenten la producción de colágeno, pues es una sustancia que aporta grandes beneficios al organismo y está presente en la piel, los huesos, ligamentos, tendones y cartílagos, proporcionándoles resistencia y elasticidad, además de resultar imprescindible para los músculos y los órganos.
Entre el tipo de alimentos que contienen colágeno destacan los ácidos grasos, concretamente omega 3, 6 y 9, que ayudan a que las hormonas se regulen, interviniendo en el proceso de producción del colágeno. Estos ácidos están presentes en alimentos como los frutos secos y el salmón.
Otros alimentos que son recomendados para mejorar la producción son: huevos, verduras, carnes rojas, pollo; cítricos (pomelos/toronjas), bayas (frambuesas, arándanos y moras), frutas tropicales (mango, kiwi, piña y guayaba), ajo, hojas verdes (espinaca, col rizada, acelgas, brócoli y demás verduras de ensalada) y tomates.