La onfalitis es una infección en la zona del ombligo. En el caso de los recién nacidos puede ser algo grave. Según explica la pediatra Esther Martínez, en el sitio web de Mapfre, uno de los síntomas más fáciles de identificar es el enrojecimiento del ombligo y la salida de un líquido con mal olor. En algunos casos la piel de esta zona puede estar enrojecida y dura.
Las causas de esta infección están relacionadas con la higiene. Desde el primer día de vida, se deben implementar medidas estrictas de aseo para el cordón umbilical del recién nacido. Los médicos indican que es importante realizar una limpieza y secado dos veces al día, desde que el bebé nace hasta que se caiga y se forme lo que se conoce como ombligo.
De acuerdo con el artículo ‘Caracterización clínico-epidemiológica de la onfalitis en un servicio de Neonatología’, publicado en la revista científica Medicentro, los factores de riesgo más importantes para que un recién nacido adquiera onfalitis están relacionados con el mal cuidado del cordón umbilical por parte de la madre y su poco conocimiento respecto a esta limpieza.
Por lo general, suele aparecer en el tercer o cuarto día de vida del bebé. Si esta infección no es tratada a tiempo, puede presentarse una sepsis sistémica. Por esto “debido a la permeabilidad de los vasos umbilicales, que persiste hasta aproximadamente los 20 días de vida; se debe tomar una muestra y realizar un examen bacteriológico para identificar el germen, así como realizar el antibiograma e iniciar de inmediato el tratamiento antibiótico. Pueden aparecer complicaciones, como la fascitis necrotizante, el tétanos neonatal o la erisipela en la zona umbilical, que son raras, pero constituyen complicaciones graves en el neonato”, destaca la revista.
En los casos que son leves, extremar las medidas de limpieza y desinfección del ombligo es suficiente; además de aplicar una pomada de antibiótico. En los casos graves, cuando el recién nacido presenta fiebre, es necesario acudir a un centro médico para recibir un tratamiento oportuno y adecuado con antibióticos.
Según explica el sitio ABÉ, de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, existen algunos factores que aumentan el riesgo de que se presente la onfalitis: bajo peso al nacer, trabajo de parto prolongado, rotura prematura de membranas, corioamnionitis y cateterismo umbilical y partos en casa no planificados.
Los expertos explican que ante la mínima sospecha de esta infección se debe consultar al médico para que valore la zona y se disminuya el riesgo de complicaciones en el estado de salud del recién nacido.
Hernia Umbilical
Esta afección se diagnostica a través de un examen físico, o en algunos casos con ecografía abdominal o una exploración mediante TC. En el caso de los bebés, los expertos recomiendan consultar inmediatamente al médico. “La mayoría de las hernias umbilicales de los bebés se cierran solas a la edad de 1 o 2 años. Es posible que el médico incluso empuje la protuberancia para volver a introducirla en el abdomen durante un examen físico”, menciona Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la investigación y la educación.
Mayo Clinic explica que para los niños la cirugía es exclusiva en los casos donde la hernia tiene características como:
- Son dolorosas.
- Tienen un diámetro ligeramente más grande que 1/4 a 3/4 de pulgada (1 a 2 centímetros).
- Son grandes y no disminuyen de tamaño durante los primeros dos años de vida.
- No desaparecen hacia los 5 años.
- Quedan atrapadas o bloquean el intestino.